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El Control Pediátrico

Por: Morella Martínez

Desde el nacimiento todo niño debe recibir los cuidados y la atención necesarios para garantizar su bienestar. La salud es un derecho fundamental y universal que debe ser exigido y garantizado. Los pediatras tenemos la fortuna de presenciar el inicio y desarrollo de cada niño, teniendo la gran responsabilidad no sólo de proteger su salud física sino su bienestar emocional y social.

El control pediátrico se inicia desde los primeros minutos de vida y se extiende hasta la adolescencia (lo ideal hasta los 18 años de edad cuando ya se consideran adultos jóvenes). Los aspectos básicos que el pediatra controlará son el crecimiento y desarrollo tanto biológico como mental, emocional y sexual; cumplimiento del esquema de vacunación, la alimentación y cualquier patología, situación aguda o crónica que pueda padecer el paciente. Al principio el control debe hacerse muy continuo, cada 15 días o mensual por lo menos hasta los 6 meses de vida, ya que el desarrollo a esta edad es muy acelerado y los cambios que ocurren son rápidos y drásticos. En esta etapa los padres necesitan orientación constante sobre lo que va ocurriendo y apoyo en factores como la lactancia y los cuidados propios de un bebé pequeño.

Cada paciente requiere un trato individual, pero en general: a partir de los 6 meses si todo está normal, ya los controles empiezan a espaciarse cada 2 meses hasta el primer año y de aquí en adelante hasta los 2 años, cada 3 a 4 meses a menos que el médico considere que se necesita hacer consultas más frecuentes. Luego de los 2 años, las visitas a control de niño sano serán 2 ó 3 veces al año y luego de los 6 años anual hasta la adolescencia. La consulta regular garantiza que se detecten problemas de salud a tiempo, y que se resuelvan precozmente; la prevención es lo más importante.

Los padres tienen derecho a preguntar y saber todo sobre la salud de sus hijos, así que el médico es responsable de aclarar dudas y expresar abiertamente a la familia las condiciones de salud de sus pequeños.

En cuanto a la realización de exámenes y pruebas, es una indicación muy individual; generalmente al cumplir el año de vida se suele realizar un perfil completo básico que incluye Hematología ( donde pueden evaluarse los niveles de Hemoglobina en sangre), glicemia, pruebas renales, ex de orina y heces. Cualquier otra solicitud dependerá del estado del bebé, sus antecedentes o sus síntomas.

No deje de llevar a su hijo a control. La salud de su familia depende de la regularidad de sus evaluaciones y de acatar los buenos consejos de salud que su médico les brinda.

Dra. Olga Morella Martínez de Herrera
Pediatra Puericultora
Promotora y Consejera de Lactancia Materna
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