Cuando el dictador mundial, con asiento en la Casa Blanca de los EE.UU., Donald Trump, ordenó disparar contra Venezuela, pidió que apuntaran contra nuestra conciencia de clase trabajadora y patriótica. Lo demás vendría después. La conquista del territorio, el robo de nuestro petróleo y demás riquezas serían actos seguidos. Se sabe perfectamente que el imperialismo yanqui está descaradamente implicado en la dirección y todo el despliegue de guerra contra Venezuela.
Su principal vocero desde la Casa Blanca estadounidenses, Donald Trump, gira instrucciones para que las marionetas militares y políticas a su cargo, disparen, aprieten los gatillos y rocíen de muerte y desolación los campos de nuestra Patria. Pero no todo se mueve en los campos de las guerras convencionales. Jamás ha sido la pura confrontación de ejércitos armados. Mucho menos en esta era de la comunicaciòn, de la informática y también de la mediática.
La actual fase de agresiones sucesivas que ha diseñado el Departamento de Estado gringo incorpora ahora en Venezuela la fase cibernética, ensayando una guerra tecnotrónica mucho más avanzada y es así como el Pentágono ejecuta un plan de guerra contra el sistema eléctrico venezolano.
El pasado jueves 7 de marzo, los mercenarios del hacker al servicio del imperialismo desplegaron ataques arteros hacia el sistema de generación y distribución eléctrica en Venezuela logrando interrumpir este servicio Nacional por más de 72 horas continuas.
El ataque cibernético ordenado por el dictador Donald Trump, siguiendo instrucciones provenientes de los grandes dueños del capital transnacional, constituye el primero de sus actos terroristas de este tipo, luego de que lo intentarán en 2002 durante el sabotaje petrolero.
Es una fase de la guerra contra el pueblo venezolano, cuya expresión cruenta se muestra «sutil» pero contundente, al afectar de manera simultánea al bombeo y distribución de agua, al funcionamiento de los hospitales y centros del sistema de salud, especialmente en los quirófanos y unidades de terapia intensiva, además de otros servicios básicos para el funcionamiento de nuestra sociedad.
Es importante entender que lo que ocurre hoy contra Venezuela es una guerra, descarada, cruenta, unilateral, colonialista, declarada y ejecutada por los EEUU y destinada a exterminar a nuestro pueblo, al Poder Popular organizado, a la Revolución Bolivariana y Chavista, a nuestro Gobierno y al Presidente Constitucional Nicolás Maduro.
Es una guerra que quiere sumar como primera víctima a la verdad. Por eso el despliegue mediático de mentiras, de falsas noticias, de manipulaciones y tergiversaciones como las que desplegaron durante sus acciones belicistas del pasado mes de febrero en las fronteras con Colombia y Brasil.
Por eso también las mentiras y falsas noticias unidas al actual ataque a través de los hackers informáticos y sus consecuencias, con los cuales pretenden contrainformar, colocando las responsabilidades de su guerra en el presidente Maduro, en supuestas faltas de mantenimiento o de desmalezamiento temprano en las torres eléctricas.
El mundo entero debe saberlo: Venezuela está bajo el ataque artero del imperialismo y en esta fase le corresponde a las acciones terroristas, de propagación del pánico y la zozobra, bien sea al colocar sus dedos sobre el «gatillo» de un hacker o al intentar una intervención militar directa armada.
Es importante estar alertas y rodilla en tierra. Y los pueblos del mundo, solidarios e igualmente alertas, unidos, ganaremos esta guerra, pero es muy importante ¡siempre! Resguardar de todo ataque a la conciencia.
Ilustración: Iván Lira