Lejos de tratarse de un tema de salud, desde la creación del internet, nuestras sociedades 2.0 han desarrollado una adicción (la mayoría de las veces, insana) por ser protagonistas o en su defecto hacer burla y compartir todo tipo de frases, fotos, memes y vídeos en las redes para obtener seguidores, likes o fama. Esto deja muy en claro que, vivimos es un mundo viral.
Fortuito
En el momento en el que se enciende una filmadora o cuando un teléfono celular comienza a grabar, todo puede pasar. Tan sencillo como cruzar un pequeño arroyo en alguna ciudad de México hasta haber sido capturado por una cámara mientras estabas en la multitud de un concierto, son innumerables los casos en los que un video puede lanzar al estrellato a cualquiera, sin tener ningún tipo de talento excepcional.
Uno de los primeros que vi y aún recuerdo, fue el de un pobre adolescente obeso al que le hicieron una mala jugada al cruzar un riachuelo sobre un tronco. El grito desesperado de: ¡Yaaaaa güey, pinche pendejo! Hizo famoso a Edgar y aún, según varias entrevistas que ha brindado, asegura que la gente lo reconoce en la calle y hasta autógrafos ha dado, gracias a ese chapuzón que se dio por allá por el 2006.
Si todavía no lo conocen aquí está:
El caso de Brendan Jordan, otro adolescente fanático de Lady Gaga, quien arrasó en Youtube con miles de versiones y ediciones del video original, le han dedicado páginas enteras en revistas de farándula y hasta ha sido invitado a programas como el de Ellen Degeneres, se vio envuelto en la controversia y con apenas 15 años de edad, ya tenía una página de fans con miles de visitas y detractores homofóbicos a granel. Todo por disfrutar de la música de fondo, bailar sintiéndose toda una diva y mirar con desagrado a otra niña que compartía el mismo escenario con él a la que bautizó como “stankface”. Aquí se los dejo.
Otra que llegó recientemente al plató de varios programas de tv, fue una madre estadounidense, fanática de la película La Guerra de las Galaxias, quien cumplió su deseo y se autoregaló una máscara de uno de los personajes más emblemáticos de la saga de George Lucas, Chewbacca. Dejando muy en claro que era suyo y no un artículo para su hijo, su risa contagiosa y la emoción desbordada, hicieron un vínculo con todos aquellos a quienes nos encantaría poder dejar salir a nuestro niño interno un rato y adquirir uno de estos geniales juguetes.
Reto a la estupidez
El popular chalequeo es lo que deriva de estos vídeos que, haciendo gala del poco sentido común que ciertos seres humanos poseen, aunado a la mala suerte y a una especie de morbosidad de publicar el fracaso en las grabaciones de tutoriales o de accidentes que ocurre frente a una cámara, han minado las redes OnLine. Desde andar de parejero copiando cuanta vaina ven en internet sin siquiera conocer el motivo o la finalidad, muchos han pasado al breve estrellato web por andar inventando o intentado superar los niveles de idiotez que aparecen por ahí. Desde echarse un balde de agua fría, pasando por llenar un condón de agua y tratar de cubra la cabeza (la de arriba) en un segundo, hasta comerse una mazorca o jojoto con un taladro, la variedad de resultados no exitosos y algunos muy trágicos, veamos…
Si te salió mal el tutorial, coño ¡no lo publiques mijita!
¿Dónde estaban los padres de estos pibes? Menos mal que para mi época no tuvimos cómo grabar ni publicar las muchachadas que hicimos… porque sí, las hicimos, no a estos niveles pero si nos pusimos creativos más de una vez.
Fama instantánea
La primera vez que vi a esta mujer dominicana, hacía videos para dar consejos sobre la vida, de cómo sobreponerse a un mal de amor y cambiaba, con su particular manera de expresarse, una cara larga por una sonrisa. Luego sus frases agarraron más fuerza y sus seguidores comenzaron a aumentar, en los sitios de trabajo se reunían para ver los videos de esta negra voluptuosa y espectacular, con el autoestima más alta del mundo, que ahora por medio de casi todas las redes sociales se ha dado a conocer en toda latinoamérica. Thalía y Olga Tañón también aprendieron a decir: rico, sabroso, delicioso, ella es La Chiky Bombom, la pantera.
Hay que reír
Si bien es cierto que las redes sociales, en especial las que tienen que ver con videos, memes o imágenes, muchas veces nos distraen del ajetreo y estrés diario, también es verídico que se han convertido en adictivas para muchos, existen miles de publicaciones en las que se exalta la estupidez, la ternura, la adrenalina y demás emociones, con las que el público se identifica para bien o para mal. En una próxima entrega les contaré cómo estas mismas redes han logrado que desastres musicales hayan llegado a la fama por malos. Por lo pronto les dejo mi top 3 de videos en este mundo viral.
Los niños repiten todo, todo.
A esta pobre criatura, el odontólogo se le fue la mano con la anestesia y su hermano lo filmó todo, las preguntas existencialistas del niño son lo mejor, cada vez que lo veo me carcajeo, espero que ustedes también. Estoy pidiendo cita con ese mismo doctor a ver qué pasa.
Para cerrar, les dejo a una doñita super cuchi a quien me gustaría parecerme cuando llegue a esa edad, sin pena y bailando. Sólo espero no tener que ejemplificar con algún video alguna mala decisión de ustedes o un accidente en otra edición.