Merlí está disponible en Netflix
La serie catalana Merlí (2018), disponible en Netflix, en su segunda y tercera temporada muestra otras facetas de los personajes y tiene tantos buenos momentos que es fácil perdonarle su desafortunado final.
En su primera etapa, esta ficción protagonizada por Francesc Orella, seduce por completo. Genera un interés legítimo por la filosofía y produce una necesidad imperiosa de seguirla viendo hasta el final. Lo logra gracias a sus buenos diálogos, a la magia de la historia y a la filosofía misma que prueba (una vez más) que es mucho más interesante de lo que se cree.
Desde su primer capítulo es fácil conectar con Merlí. El efecto sorpresa, el desconocimiento que se tiene sobre el carácter de los personajes la ayudan aman tener el interés.
Luego, en sus últimas dos etapas, las cosas cambian y sus creadores utilizan situaciones ingeniosas para atraer la atención.
¿Lo logran? Diría que si, ayuda mucho que en estas dos últimas partes aparecen nuevos personajes y dejan la escena otros, cambiando así por momentos la trama que ya creíamos conocida.
Aunque si quiero ser objetiva debo decir que no todo es perfecto en Merlí.
En sus últimas dos partes, la historia de un profesor peculiar y sus alumnos, aunque sigue siendo grandiosa, por momentos nos deja una sensación confusa, como si sus realizadores hubiesen perdido la brújula. Sin embargo, a pesar de ello, la belleza de cada episodio y la coherencia (y profundidad) que muestra cada personaje permite que la emoción no se pierda. De hecho, a excepción de su capítulo final, podría decir que Merlí tiene tantos momentos gloriosos en sus dos últimas entregas como en la primera parte.
No obstante, no es fácil asimilar el final que nos deja deseando una rectificación.
Pésimo último capítulo
En la segunda temporada las circunstancias se presentan con más pausa y profundidad que en la tercera, dónde quedan muchas interrogantes en el aire, cabos sueltos que son resueltos de forma superficial en el episodio final. Precisamente ese vendría siendo el peor defecto de esta etapa: es superficial en su último capítulo. Pareciera que el afán por terminar la serie hubiese obligado a sus creadores a darle un corte brusco a la historia.
Sin embargo, afortunadamente Merlí es mucho más que su trama, es también sus ideas y esas se mantienen de forma constante hasta la última escena.
Finalmente: ¿recomiendo todas las temporadas de Merlí? La respuesta es sí, a pesar de su final, torpe y rebuscado, el conocimiento que te deja lo vale y mucho.
@Luisauguetol