Luke Perry fue durante toda su carrera Dylan McKay, un personaje construido bajo la sombra de James Dean
Luke Perry dejó Beverly Hills 90210 en la sexta temporada para tener éxito en el cine. Nunca lo logró. Su carrera estuvo llena de roles diferentes en series y películas que no llegaron a destacar del todo y sin embargo su nombre no dejó de ser una referencia.
A diferencia de algunos lugares de América Latina, en Hollywood solo necesitas un personaje para formar parte de la cultura pop. El éxito que tuvo Beverly Hills, 90210 en los 90´s definió la vida y la carrera de Luke Perry, quien falleció esta semana.
Perry fue durante toda su carrera Dylan McKay, un personaje construido bajo la sombra de James Dean.
Rebelde sin causa (1955) generó gran impacto en la cultura norteamericana debido a un sinfín de razones, una de ellas la muerte prematura de su protagonista. James Dean encarnó el arquetipo del chico irreverente, rebelde e idealista. Gracias a su fama ha sido imitado en un sinfín de ocasiones.
En Beverly Hills 90210 Dylan era un lector apasionado, un poeta maldito, tenía moto, malas maneras, muchos problemas emocionales y una enorme suerte con las mujeres.
Las similitudes entre el personaje de Dean en Rebelde sin causa y Dylan son más que obvias. Los productores de la serie hicieron lo posible por recalcarlas, quizás como un método para conseguir un mayor sentido de identificación.
Luke Perry interpretó a Dylan con tanta naturalidad que, seguramente, muchos de los admiradores de la serie llegaron a confundir lo ficcional con lo real. Su rol tenía actitudes muy marcadas, pequeños gestos que definían su personalidad.
Recuerdo particularmente el mensaje que dejaba siempre en la contestadora: “Hola, soy Dylan, ya sabes lo que tienes que hacer”. Dylan tenía modales poco convencionales, era callado y rudo en ocasiones. Su personaje, al igual que el resto, tenía rasgos que los definían. Evidentemente esto permitió generar una mayor conexión con el público. Muchos conectamos con el triángulo amoroso en el que estuvo envuelto y las cuitas que vivía junto a Brenda y Kelly, sus dos parejas en la ficción.
Aunque Luke Perry dejó la serie mucho antes de que llegara a su desenlace (duró más de 10 temporadas) siempre estuvo vinculado a la trama. Su rol fue la piedra angular de un sinfín de conflictos.
Beverly Hills tuvo un impacto tan grande que llegó a convertirse en el espejo donde muchos nos miramos evocando deseos y fantasías. Fue una serie frívola, tonta, lugar común y maravillosa. Su efluvio siguió a todos los que participaron en ella.
Quizás por eso, el actor trabajó toda su vida en diversas producciones de televisión y cine sin lograr encontrar otro personaje de igual impacto. A sus 52 años se mantenía activo. Era un trabajador de la industria del espectáculo aunque nunca volvió a tener una exposición mayor de la que tuvo a los veinte años.
En su vida privada fue un hombre discreto. Nunca se vio envuelto en escándalos vergonzosos. Tenía dos hijos y una vida al parecer bastante tranquila. Pudo hacer mucho más. Lamentablemente su tiempo terminó. Quedó Dylan, al que seguiremos queriendo, no tenemos otra opción.
@luisauguetol