…«examinemos lo indígena,
aprendamos de lo nuestro
y hablemos de lo propio.
Entre nosotros mismos
se encuentran en botón
las nuevas formas de asociación
humana que harán posible
el florecer de un orden social
superior en América Latina»
Orlando Fals Borda
Yo diría que sí. Pero confieso que soy un adoctrinado europensador, que ignoro si mis hermanos indígenas que se oponen a ese mismo pensamiento neocolonizador alguna vez conciliaron con algún concepto, para la resistencia, como ese de socialismo.
Con un enorme margen de libertad creativa, muchos estudiosos de la realidad social suelen concluir en el presente en que al capitalismo se le sobrepondrán unas relaciones entre los seres humanos para producir en igualdad. A eso, en términos generales, se le denomina socialismo y muy poca gente lo cuestiona.
José Carlos Mariátegui, un nuestroamericano ocupado por estudiar nuestra realidad social desde un enfoque indigenista, lo creyó posible y marcó distancia de las llamadas «ciencias sociales» calcadas de la intelctualidad europea decimonónica.
Lo que no parece estar claro ni ser coincidente es si esa igualdad de condiciones entre los individuos era similar entre nuestros pueblos indígenas, habitantes de nuestra Abyia Yala, hace más de 500 años atrás, antes de que el proletariado fuese definido como «clase revolucionaria en sí».
Si lográsemos disipar la incógnita, es muy probable que lleguemos a la conclusión de que nuestros ancestrales pueblos indígenas fuesen tan socialistas como los revolucionarios anticapitalistas y antiimperialista de hoy.
El tema de este Diálogo lo traemos a colación a propósito del impacto de las grandes movilizaciones del pueblo ecuatoriano en función de presionar y conminar al Ejecutivo de ese país para la derogación del decreto firmado por el presidente Moreno, contentivo de medidas dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para entregar la soberanía de Ecuador al Imperio del capital y al control hegemónico por parte del imperialismo yanqui-sionista.
Más de 12 días de movilización popular, de marchas indígenas hacia las ciudades de Quito y Guayaquil, en función de rechazar el paquete de medidas fondomonetaristas, alcanzar la derogación del decreto que las impone y la renuncia inmediata del presidente Moreno, lograron crear un ambiente de Comuna parecido al de París en 1871.
En ese contexto, el pensamiento hegemónico burgués intentó dividir las fuerzas trabajadoras unidas en lucha, separando a «campesinos» de «indígenas» y de «trabajadores» en general, como si se tratase de segmentos sociales diferentes. Si algo demostró el pueblo ecuatoriano en medio de esta lucha antiimperialista y antifondomonetarista es que «unido jamás será vencido», que el proletariado es uno y múltiple, compuesto indiferenciadamente por proletarios provenientes de las zonas industriales, del campesinado, de los pueblos originarios y de diversos otros sectores, movidos por la causa y conciencia de clases que nos mueve a la construcción de un mundo nuevo, no capitalista, no imperialista, no supremacista y sí de iguales, socialista.
Si algo se ha podido constar en la lucha unida del pueblo de Ecuador al enfrentar y vencer al FMI en su pretensión de imponer un paquete opresor de medidas económicas, es que, en Nuestramérica el pueblo proletario está significativamente integrado por nuestros pueblos indígenas que son fuerza de trabajo, mercancías en la relación de explotación con el capital y proletariado activo en la lucha de clases por alcanzar la construcción del socialismo.
Ilustración: Iván Lira