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Los jueces y el poder

La justicia puede ser una dama ciega y con una balanza con la que mantiene el equilibrio. Pero los jueces no lo son y tienen los ojos bien abiertos para ver quién paga mejor.

 

Los jueces son los encargados en forma imparcial de brindar justicia para todos en el mundo pero, son humanos y como tales ceden a la tentación de la fama y el poder. Entonces ya dejan de ser los seres incorruptibles e insobornables para ser un engranaje más de la voluntad de poder.

En América Latina el poder judicial ha reemplazado a los planes Marshall y a los militares, usándolos  para asumir el poder en países que, a criterio de EEUU, están tomando un giro a la izquierda o son populistas. El caso que encabeza la lista es Manuel Zelaya presidente de Honduras.

Zelaya era de extracción liberal, pero durante su gobierno se establecieron relaciones diplomáticas con Chávez (Venezuela) y Fidel Castro (Cuba). Además de querer destituir al comandante de las Fuerzas Armadas por negarse a distribuir tarjetas para un plebiscito, junto a otros hechos que lo acercaban a los gobiernos que, para EEUU son considerados los malos de la política. Corolario, fue arrestado y sacado del país por la fuerza, aduciendo que había renunciado.

En el año 2012 le tocó el turno a Paraguay, Fernando Lugo es destituido en un Juicio Político ultra rápido por una masacre de aborígenes cometido por fuerzas conservadoras que culparon a Lugo. La justicia investigó a Lugo en lugar de investigar a los culpables. Lugo es destituido en un día.

El siguiente es Brasil, Dilma Rousseff es destituida por el congreso con el cargo de haber hecho algo que la mayoría de los presidentes hacen, tomar fondos de una partida y desviarla hacia otro uso.

Después siguieron los ex presidentes pero con grandes posibilidades de asumir. Lula da Silva en Brasil, es arrestado por recibir un departamento que nunca recibió, ni vio, ni conoció, pero para el juez aceptó el soborno. Casualidad que el juez vio ese detalle cuando la popularidad de Lula estaba en su pico más alto para las elecciones y, después que el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Brasil escribiera que si Lula no iba preso, se llegaba a instancias de un golpe de Estado.

Cristina Fernández de K. es otro caso. Cada vez que las encuestas la ubican en un pico de popularidad, un juez encuentra fotocopias de cuadernos, traficantes arrepentidos o que el amigo del primo del cuñado, dijo que Cristina recibió un bolso que podría contener millones de dólares. Aunque nunca se vea el bolso. El juez ordena la investigación y desafuero de la misma. Es tan evidente la argucia que no se puede negar. Los que están en contra del gobierno van presos, lo que están a favor, son imputados arrepentidos.

Más que nunca la frase de Solón cobra sentido: “La justicia es una telaraña que atrapa al débil y desprotegido y deja escapar al fuerte y poderoso.” Aunque habría que cambiarla por atrapa a los enemigos del poder y deja escapar a los amigos. Ah, el poder reside en Delaware, Estados Unidos.

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