Hablar de placer y erotismo siempre es un gusto, pero más cuando se relaciona con la edad de la sabiduría, de los años dorados, más allá de los 50. Los hombres entrados a los 50, juegan con la picardía, la hombría y la galantería como nadie. Son seductores, seguros de sí mismos y tienen la libertad de mostrarse como son. La mayoría ya ha tenido una o más relaciones de pareja, han aprendido de los errores y, sobre todo, saben lo que quieren cuando se trata de una mujer. En esta etapa la sexualidad con frecuencia implica un equilibrio entre los aspectos emocionales y físicos. El abanico de opciones para disfrutar de sexualidad va acompañado de una alta dosis de erotismo. Se debe reeducar la forma de ver la sexualidad.
Sin embargo, es importante tener presente los cambios, después de los 50 años, el orgasmo y el período refractario tienen variaciones, el hombre puede tener 1 o 2 orgasmos por semana y el período refractario se extienden de 12 a 24 horas. El varón no tiene una erección tan rápidamente y necesita mayor estímulo a través del tacto, los juegos previos permiten tener más dominio en la respuesta sexual. Los niveles de testosterona bajan lo que puede llevar afectar la energía, la potencia, la masa muscular, la densidad ósea y la función sexual. Con estos aclaramos un poco las dudas y los miedos que se les presentan a los hombres en relación a su respuesta sexual, pero, muy importante quitarle protagonismo al pene.
La autoestimulación es una manera efectiva de mantener activo el deseo y los órganos sexuales. Atrévase a explorar sus zonas erógenas, a conectarse con el placer de los sentidos e incluso utilizar un juguete sexual. Disfrutar de un encuentro íntimo en la mañana, el famoso mañanero, les favorece porque amanece con los niveles de testosterona alto. No olvidemos, que gracias a la oxitocina, los orgasmos pueden ayudar a aliviar dolores, permite tener más vitalidad y energía.
Muy poco se habla del sexo sin riesgos, a través del mito que la sexualidad es sólo para los jóvenes, los hombres maduros creen que no están en el margen de los riesgos de no usar los condones o preservativos. La edad no le protege contra las infecciones de trasmisión sexual. Los jóvenes están más expuestos al riesgo de infecciones tales como sífilis, gonorrea, infección por clamidiosis, herpes genital, hepatitis B, verrugas genitales y VIH/SIDA. Sin embargo, estas infecciones se pueden presentar, y de hecho sucede, en personas mayores sexualmente activas.
En este último punto, a los hombres les incomodan hablar de la sexualidad con sus médicos, por lo tanto no tienen la información adecuada para llevar una vida sexual segura y placentera.