Las caricias son unas de las formas más primarias de contacto humano, un gesto para demostrar cariño y afecto hacia la otra persona, además cuenta con importantes implicaciones a nivel emocional y psicológico. Desde niños necesitamos las caricias para nuestro crecimiento emocional, son estos gestos los que nos demuestran el afecto que nuestros padres sienten por nosotros cuando no comprendemos el lenguaje hablado. A lo largo de nuestra vida las caricias surtirán siempre un efecto positivo en nuestras relaciones de pareja e hijos. Sin embargo, es un gesto típico de los primeros momentos de la relación, que luego algunas parejas olvidan hacer, por eso desde La plaza del placer te recordamos la importancia de las caricias en la relación de pareja.
Nuestro organismo cuenta entre 6 o 10 millones de sensores táctiles que recogen información tanto del interior como del exterior del cuerpo, siendo el sentido del tacto el más repartido y también el más duradero, de ahí que la piel se convierta en una especie de órgano social y el tacto en un instrumento de gran potencial. Además, cuando acaricias la piel de tu pareja activas un millón y medio receptores que están conectados al cerebro, con lo que despiertas su erotismo.
Las caricias se muestran, por tanto, como uno de los estandartes de este sentido, éstas se transmiten desde la piel hasta el cerebro por medio de nervios cuya velocidad de conducción es muy lenta pero muy placentera.
Son muchas las personas que no saben expresar sentimientos o emociones. O que su personalidad, o su educación, les impiden poder demostrar su afectividad de modo abierto y sincero. Esperan que los demás lo hagan, mientras ellos, muestran cierta frialdad o lejanía. Un comportamiento distorsionado que puede ocasionar graves problemas a nivel de pareja, y también a nivel familiar con los más pequeños.
Las caricias favorecen la relajación reduciendo de forma importante el estrés y tranquilizando a tu pareja, por eso es una excelente alternativa para estrechar lazos después de un largo día de trabajo y tensión.
En el plano emocional, una caricia es símbolo de afecto. En ocasiones un gesto es mejor que una palabra. Lo que una caricia dice duplica la intensidad de una frase, porque nos es más sincera, menos falsa, más emocionante.
Son también un gesto altamente placentero que bien puede representar el amor o el deseo, por eso nunca pueden faltar durante los juegos previos y los encuentros sexuales.
Ahora que sabes el poder de las caricias por qué no inicias con una apasionante sesión empezando con un toque en su cara, cuello, hombros, roza lenta y suavemente sus muslos, es un dar y recibir, por lo que mientras recibas las caricias regrésalas. Déjense llevar por las respuestas que ira generando su cuerpo al recibir el placer de las caricias.
A tocarse más.
Orientadora en sexología
@RinaMoralesMera