A la hora de sumergirnos en la pasión de la intimidad, los sentidos juegan un papel principal. Nos vestimos para seducir, nos besamos, nos decimos cosas lindas al oído, nos tocamos y también nos olemos. Los aromas son fundamentales para la excitación sexual masculina y femenina. Cada uno de nosotros tenemos registrado el olor de nuestro cuerpo. Hay que tener en cuenta que el olfato es el más veloz de nuestros sentidos: sólo tardamos medio segundo en reconocer cuál de los 10 mil aromas que nuestro cerebro tiene registrados se encuentra en nuestras narices.
Pero, cuidado con los olores desagradables que pueden terminar con la mejor pasión. Uno de los más comunes, el mal aliento, conocido como halitosis, frecuente en la mayoría de las personas al despertar, sobre todo en los adultos. Se produce porque las estructuras de la boca en reposo producen muy poca saliva y esa resequedad hace que las células muertas y las bacterias se adhieran a la lengua y al interior de las mejillas y acumulen mal olor. El problema es que para algunas personas está incómoda situación va más allá del suceso matinal y ni siquiera lo advierten porque los receptores de su nariz se bloquean y acaban por no responder al constante olor. Lo complicado es que quienes rodean a quien tiene mal aliento sí lo perciben y tratar de alejarse discretamente. El rechazo social es frecuente, y ni hablar de un contacto más íntimo.
Hay que tener presente que el beso es fundamental en toda relación. De allí partimos para conectarnos con la persona que nos gusta. Un buen beso permite dar el preámbulo a un encuentro íntimo. Por eso, es de suma importancia la higiene bucal. Nada como un buen beso que deje las ganas de seguir y repetir.
Cómo combatir el mal aliento
Hay que tener presente visitar al odontólogo una vez al año, para eliminar las caries, los daños en la encía y la placa bacteriana. Usar hilo dental antes del cepillado para desprender restos de comida incrustados entre los dientes y enjuagues bucales. Cepillar los dientes en todas sus caras y también la lengua después de cada comida, antes de ir a dormir y al levantarse. Un truquito masticar chicle o pastillas mentoladas sin azúcar entre las comidas para aumentar la producción de saliva. Baje el exceso de tabaco, alcohol, café y alimentos de intenso sabor u olor como el ajo y la cebolla crudos.
Unos tips caseros y fácil de hacer
Existen algunos métodos totalmente naturales para evitar el olor bucal desagradable. Masticar las ramitas de perejil o tomarlo en forma de jugo, licuando o triturando sus hojas. Otra hierba muy conocida y utilizada a menudo como sinónimo de frescura es la menta. Tener una plata de menta es casa es práctico y no se necesita de mucha inversión. La podemos tomar a modo de infusión con un poco de miel. Para potenciar su efecto, se puede añadir un poco de salvia y romero. Esta solución natural se prepara hirviendo en medio litro de agua dos cucharadas de menta.
También, la mirra se recomienda como enjuague bucal. La tintura de mirra resulta infalible para mejorar el mal aliento, especialmente si proviene de casos como encías sangrantes, llagas o inflamaciones de la garganta. Hay que disolver 20 o 30 gotas de esa tintura en un vaso de agua y hacerse enjuagues después del cepillado.
Que sus próximos besos no se frenen por el mal aliento.