En nuestro país la cadena de producción de alimentos está aún por desarrollarse, estamos recorriendo un camino aún empedrado, pues nos habíamos acostumbrado a importar y no a producir, ahora en plena necesidad nos ha tocado aprender no solo a comer diferente, sino a buscar la manera producir.
Estamos aprendiendo a consumir, aprendiendo a producir y también aprendiendo a construir un país mejor, un país auto sustentable, estamos aprendiendo a entender el verdadero significado de “soberanía alimentaria” y sufriendo los resultados de no haberlo aprendido antes, cuando se nos dio todos los recursos para que lo hiciéramos, pero el pasado pisado, el presente nos exige emprender, el país nos demanda manos a la obra.
Necesario es creer que sí se puede, necesario es entender que el crecimiento de nuestra sociedad depende de que confiemos en nuestras propias capacidades, el poder que obtiene un ser humano cuando cree en sí mismo le permite alcanzar lo que parece inalcanzable para otros, así mismo el poder que puede obtener una sociedad cuando cree en sí misma puede obrar milagros, impulsar el crecimiento de un país y levantar la moral de sus habitantes.
Hoy en día cuando vemos el desaliento siendo el tema de conversación en las calles, en las colas, en el metro y en todas partes, encuentro que el peor problema que tenemos no está en la economía, o en el desabastecimiento, sino en que se ha perdido la capacidad de creer en nosotros mismos y en nuestro país, y la manera más sencilla de quitarse la responsabilidad que cada quien tiene en el caos que hoy vivimos, es echarle la culpa a los demás y echarnos a morir, entre quejas y malas actitudes, que no generan un mejor país.
Para construir la soberanía alimentaria lo único que hace falta es aprender a ser creativos, dejar atrás los viejos esquemas, y empezar a construir los nuevos, lo necesarios para desarrollar la industria alimentaria que debemos tener para ser soberanos alimentariamente, producir alimentos y procesarlos no es solo responsabilidad de un gobierno, es más, es mucha más responsabilidad de un pueblo.
Seguimos esperanzados en la apertura de una frontera y en la entrega de divisas para seguir con el modelo importador, seguimos esperando en que nos den solución desde el estado, pero no hemos entendido la importancia que tiene creer en nosotros mismos para echarle pichón y ser los constructores de nuestro propio país.
Creer es poder, y necesitamos aprender a creen en nosotros mismos y usar el poder que otorga el creer en sí mismo para hacer renacer a Venezuela, siendo participes de su crecimiento en vez de ser simples consumidores de lo que se produce en otras partes y se importa hacia nuestro país.
Yo quiero comer comida producida y procesada en Venezuela ¿y tu? ¿crees que es posible?