Como lo previó el Consejo Nacional Electoral, arrancó la campaña electoral que se extenderá entre el 22 de abril y el 17 de mayo, plazo en el que los cinco candidatos a la Presidencia de la República podrán ofertar -a la población apta para el voto-, sus compromisos en diversas materias.
Del quinteto de aspirantes, hay tres caras nuevas. Al menos lo son para el común de la gente. He allí, justo allí, una de las fortalezas de la contienda. Incluso, el hecho de que Henri Falcón dispute junto a Javier Bertucci, Manuel Quijada y Luis Ratti la magistratura a Nicolás Maduro habla muy bien de él a pesar de cuanto podamos cuestionarle como gerente en Lara, primero como alcalde y luego como gobernador.
¿Por qué habla muy bien de ellos? La respuesta es fácil: porque más allá de las diferencias que puedan separarnos partiendo de las propuestas de vida que cada uno de ellos tengan, está el hecho de que respetan el Estado de Derecho. Demuestran que el sendero cívico, es el único camino para acceder a Miraflores. Hacen valer, con su actuación, el espíritu soberano de quienes el 15 de diciembre de 1999 aprobamos las leyes del juego plasmadas en la Carta Magna.
Tan trascendental como esto, es que los cuatro adversarios del candidato del Frente Amplio de la Patria hayan tenido el arrojo de no atender la convocatoria al sabotaje efectuado por quienes siguen apostando a la salida golpista y violenta. Estos últimos hoy están al margen de la ley, pulverizados por la historia mientras que el cuarteto citado invierte su trabajo haciendo lo que debe hacerse: el arte de la política.
Conscientes están de que ninguno de ellos contará el 20 de mayo con la voluntad mayoritaria de quienes acudan a los centros electorales, pero desde ya siembran sus mejores semillas en función de un futuro que podría serles más favorable, como segura y válidamente lo calculan. Apuntan –con toda legitimidad- a convertirse en la generación emergente de la derecha.
Las cartas están echadas. En medio de la barbarie generada por el imperialismo que desea destruir nuestro modelo socialista, las y los venezolanos patriotas nos apegamos a la norma cívica y dirimimos nuestras diferencias en santa paz.
¡Chávez vive…la lucha sigue!