El tema es profundo, complejo, centenario e histórico. Lo que observamos en el noticioso acontecer nuestroamericano de los últimos días, acentuado por la rebelión de Chile, precedida de cerca por la de Ecuador, amenazada de desconocimiento a la victoria electoral de Evo Morales en Bolivia y las pretensiones de deponerlo a través de un golpe de Estado, así como la alianza evidente entre el FMI y el poderoso Narcotráfico que opera en México para acabar con el gobierno popular y democrático presidido por López Obrador (AMLO), evidencian la dialéctica de contrarios entre el Fondo y la Raíz.
Por supuesto que hay muchos otros elementos y Venezuela no ha dejado de estar en el centro de la mira de ataques imperiales y el desesperado interés gringo por recuperar terreno en lo que supremacistamente siguen considerando su patio trasero. Las últimas cuatro décadas de conflictos de clases en los países del Sur de este continente, han tenido como un referente de gran significación los acontecimientos de la Comuna de Caracas en 1989, bautizados por la mediática foránea como El Caracazo. Para el 27 de febrero de ese año, estallidos similares a los que son reprimidos hoy en Chile a sangre, lacrimógenas y fuego de metrallas, acontecían en Venezuela a pasos de vencedores frente a la pretensión imperial de los amos del mundo de imponer el paquetazo de medidas fondomonetaristas, contra el pueblo y bajo el aval del gobierno ultraderechista y proimperialista que encabezaba, por segunda vez, el tristemente célebre CAP (Carlos Andrés Pérez).
Escenarios diversos de la dialéctica socioeconómica del Fondo y la Raíz, que se extiende hasta el presente por los diferentes países de Nuestramérica, resaltan la confrontación entre el capital y su sistema de oprobios, explotación, dominación y hegemonía, representado por las políticas neoliberales y el Fondo Monetario Internacional (el Fondo) y el trabajo (la Raíz) y su sistema en construcción de igualdad socialista y comunista encabezada por las y los trabajadores organizados.
Es importante, asumir lo que acontece en Nuestramérica y revisarlo como totalidad y bajo la perspectiva de la lucha de clases que libra el mundo, desde hace mucho tiempo, en la búsqueda de relaciones nuevas para la producción, distribución y consumo en condiciones de igualdad. Igualdad definida al dar según nuestras capacidades al tiempo que recibimos según nuestras necesidades.
Se atacan y desconocen las elecciones en Bolivia por la misma razón que el pueblo trabajador e indígena se rebela contra los amos privatizadores y fondomonetaristas que lograron colocar en la presidencia de Ecuador al señor Moreno, por la misma razón que se produce el estallido de rebeldía del pueblo de Chile, sometido a la dictadura del capital, del FMI, desde Augusto Pinochet y hasta hoy con Piñera pintando como “el oasis” de la región a su país. También por la misma razón que se alía el narcotrafico y el FMI para arrinconar y sacar del gobierno de México al presidente constitucional Andrés López Obrador.
En fin, la dialéctica del Fondo y la Raíz va desde la tesis del neoliberalismo, con el Fondo Monetario Internacional encabezando su representación simbólica, a la contradicción con la antítesis de la unidad de los arrinconados, marginados, la representación de la radicalidad (ir a la Raíz) proletaria, de la resistencia indígena, negra, recuperada y explotada, que pugna por liberarse construyendo el socialismo, la sociedad de los comunes, de los iguales o comunistas.
Nuestramérica asume en el presente de luchas, la vanguardia entre los contrarios: Fondo Monetario Internacional y Raíz de pueblo unido. Nosotros venceremos.
Ilustración: Iván Lira