La película escrita y dirigida por Marc Silverstein y Abby Kohn encanta y divierte debido a su simpleza y a la interpretación de su protagonista
I feel Pretty, la nueva película protagonizada por Amy Schumer está llena de momentos divertidos, sobre todo en su primera hora. El largometraje sobre una chica común y corriente cuyo mayor deseo es sentirse bella, tiene gracia, buen manejo del humor y una deliciosa superficialidad que te permite desconectar.
Es una comedia light, comida rápida, pero con sabor exótico porque siendo frívola logra ser al mismo tiempo diferente. Aunque al final termine pareciéndose un poco a un libro de autoayuda, pues trata de imponer su mensaje casi a la fuerza.
La película, escrita y dirigida por Marc Silverstein y Abby Kohn, encanta y divierte debido a su simpleza y a la interpretación de su protagonista. Sin embargo, esa simpleza y superficialidad también le resta méritos al mensaje que se desea exponer.
La cinta es una comedia con todos los ingredientes a los que estamos acostumbrados, sin embargo, en algunos momentos pretende ponerse seria, reflexionar y hacernos “tomar conciencia” de su moraleja. Recalca y nos echa en cara su argumento principal: la verdadera belleza es la del espíritu.
Se esfuerza tanto en repetirlo, que en ocasiones, cansa. En el cine, como en la vida, es mejor hacer que decir, hechos y no palabras. En ese sentido la película pierde peso, porque su retórica no es suficiente para dejar claro su planteamiento fundamental.
Sucede algo parecido en Amor ciego (2001) protagonizada por Jack Black y Gwyneth Paltrow, cinta que plantea una temática similar. En ella el protagonista es víctima de un hechizo: está obligado a ver la belleza interior de las mujeres sin tomar en cuenta su imagen.
En I feel pretty (donde un hechizo permite a la protagonista sentirse bella) al igual que en Amor ciego la moraleja es mucho más importante que las acciones de los personajes. En ese sentido, ambas películas se equivocan.
Sin embargo, el filme que también cuenta con la participación de Michelle Williams y Naomi Campbell, cumple su cometido fundamental: entretener, hacer reír y plantear algunas ideas con las que de seguro todos coincidimos, al menos como planteamientos utópicos.
Que la belleza está en el interior es una idea tan legítima como antigua. Basándose en esa premisa parte esta cinta sobre una chica con exceso de confianza.
Con I feel pretty una vez más Hollywood pretende hacernos ver que le interesa exponer otros paradigmas. ¿Sus razones son legítimas o quizás obedecen a necesidades comerciales? No lo sé, no queda del todo claro y al final no importa, solamente vale la pensar pensar en los resultados y en este caso el balance es positivo.
@luisauguetol