The Eddy: una serie para amantes de la música
Damien Chazelle (Whiplash, La La Land) dirige dos de los primeros capítulos de esta serie donde la música es casi lo más importante. Estoy segura que si en The Eddy la banda sonora no fuese tan agradable, no tendría tanto impacto ni generaría tanto interés. Al menos no a mí. La serie es una melodía sostenida desde el primer capítulo al último. Un solo de trompeta que no acaba y que no quieres dejar de escuchar.
Si te gusta el jazz esta serie te encantará y si no estás familiarizado con este género musical esta ficción es una buenas excusa para que comiences a hacerlo.
Aunque es rica en sus silencios, desde el primer instante en que comiences a verla tendrás la sensación de que no quieres que se detenga la música, porque como ya dije, es precisamente la música lo que determina todo lo que pasa en la serie.
Filmada con varios planos secuencia y cámara en mano en The Eddy se cuenta la historia de un club de jazz en París, cuyos propietarios están en problemas. Sus embrollos emocionales y económicos son el tema central de la trama sobre el amor, la justicia, la culpa, relaciones quebradas y el poder de la música.
La serie de ocho episodios va adentrándose en la naturaleza de sus protagonistas contando la historia de cada uno de forma individual. En cada capítulo podrás ver las circunstancias desde la perspectiva de cada personaje, lo que te permitirá conocer la verdad a fondo y por etapas. Esto otorga misterio y mantiene el interés.
Escrita por Jack Thorne, la serie también cuenta con la dirección de Houda Benyamina, Laïla Marrakchi y Alan Poul. A pesar de la variedad de directores esta ficción mantiene un orden y un sentido de identidad desde el primer capítulo al último. Lo que nos permite conectar mejor con la historia que se cuenta.
Claro que esto no es tan fácil en ocasiones porque algunos de los personajes en lugar de generar empatía ocasionalmente producen desagrado. Sin embargo, a lo largo de esta ficción la evolución de algunos nos ayuda a entenderlos mejor y sobre todo a sentir que su historia tiene un cierre.
Buenas actuaciones de André Holland y todo el elenco. Mejores interpretaciones musicales (fueron contratados músicos reales para darle vida a los personajes miembros del grupo de jazz) fortalecen la realización. Tema aparte merece la voz de Joanna Kulig, quién siendo una de las protagonistas nos ayuda a identificarnos más con la historia.
@luisauguetol