La salud dental es parte fundamental del bienestar del niño. El cuidado de la boca y la vigilancia de la dentición, su higiene y cambios deben ser controlados desde los primeros meses de vida. Los padres deben estar preparados para brindar al bebé y niño las atenciones necesarias para su adecuada salud bucal.
Los primeros dientes suelen aparecer alrededor de los 6 meses de edad, sin embargo esta etapa es bastante variable y puede prolongarse hasta los 12 meses de vida. Incluso hay bebés que nacen con “dientes de leche” y deben ser evaluados de inmediato por el especialista para evitar lesiones durante el inicio de la lactancia.
Antes de la dentición es bueno retirar con una gasa limpia, los restos de alimento que puedan quedar en las encías. Después de que emergen los primeros dientes, debe iniciarse la higiene de los mismos empleando un cepillo especial (con cerdas de silicón o muy blandas). Inicialmente no es necesario el uso de crema dental, la limpieza puede hacerse sólo con agua potable y fricción sobre las piezas dentales; a partir de los 2 años se utilizan las pastas adecuadas para esa edad, debido a que la concentración de flúor es menor que la requerida por los adultos (a partir de los 6 años).
La visita al Odontopediatra debe hacerse al emerger los primeros dientes, pues la prevención y la educación sobre higiene y cuidado bucal debe ser muy precoz; los niños tienen más tendencia a desarrollar caries dentales pues su dentadura es frágil, con un esmalte dental muy delgado y muchas veces sus hábitos alimenticios y de aseo bucal no son adecuados. El hábito del cepillado dental debe instaurarse temprano para que el niño se motive a cuidar su dentadura, así como lo hacemos con el baño diario, aseo de manos y otras conductas de cuidado personal.
Aunque la dentadura del niño no sea permanente, constituye una puerta de entrada a infecciones si hay presencia de caries o inflamación de la mucosa de las encías (gingivitis) que puede traer graves consecuencias a su salud, ya generando paso de bacterias al torrente sanguíneo o provocando complicaciones locales como abscesos o celulitis facial.
Nunca es muy temprano para recibir información y apoyo, no podemos olvidar la importancia de una boca y dentadura saludables como parte del bienestar general.