Cada comienzo de año se abre de par en par, la ventana de un nuevo chance de hacer las cosas bien, de concretar los proyectos, de volver a empezar y se catapulta automáticamente esa voluntad de cumplir con los sueños que nos trazamos y que no se lograron en los 365 días anteriores, se activa con motor turbo, la inmensa ilusión de que se tiene otra oportunidad.
Enero, mes de las promesas
Cual político encampañado, llega este mes para convertirnos en los soñadores más confiados y esperanzados que existen. Las planificaciones de las próximas 8760 horas son la utopía con patas. Desde hacer dietas, que conseguirán (ahora sí) acabar definitivamente con el cauchito que tenemos desde abril pasado, pasando por sacudirse de una buena vez los kilos que, muy gustosamente, aumentamos durante la comilona de cochino extrema que tuvimos en diciembre, hasta cambiar esa pareja que no soltaron en las fechas decembrinas para tener a alguien con quien salir en la foto y no agarrar peas lloronas por despecho o soledad, todo cabe aquí.
Dejar de fumar es una de mis promesas favoritas, cada año la hago, nunca la he cumplido del todo. Siendo una individua obesa, hipertensa y asmática, fumar es más letal para mí, que para el resto de los mortales. Vicio al fin, es complicado de dejar, ha habido oportunidades en las que me he enfermado tanto, que digo la frase: no fumo más. Llámenlo debilidad, falta de fuerza de voluntad o como sea, nunca he logrado el cometido, uso la respuesta repetida como barajita y muy fácil de: de algo hay que morirse, por la inmensa flojera que me da tener que justificar a aquellos que no son dueños de mi vida ni de mi cuerpo los motivos o razones por las cuales soy dependiente de la nicotina.
Cerrar el pico y mantenerse en forma
La inscripción en el gimnasio en enero, son los reales más perdidos de la vida. Pasa lo mismíto, las primeras 2 semanas y a veces hasta el mes completo, ves a algunos matándose en los gimnasios y subiendo el Waraira a diario, para expiar los pecados cometido y comidos en diciembre. Como si con cada gota de sudor se recuperara la figura que en algún tiempo se tuvo, tomándose jugos de pepino con piña, cenando ensaladas y eliminando carbohidratos y grasas del menú. Siguiendo recetas de gurús del fitness para dejar de ser fatness.
Durante esas dos semanas, critican hasta más no poder a quienes no cuidan su figura y su salud, mientras se arrepienten de todos los helados, pizzas, hamburguesas, hallacas, arepas con pernil, tomate y mayonesa, a las que les echaron diente en los meses anteriores. Se fajan, toman pastillas y bebidas milagrosas para que no quede rastro de la gula que se apoderó de ellos hace poco. Algunos se engañan tomándose selfies en el espejo del gym o grabando videos de los 4 abdominales que logran hacer, mientras se les salen 4 peos. Otros se mantienen con la nueva rutina, le agarran gustico a trotar en las mañanas y comer fruticas. A estos últimos los admiro y cuando sea grande quiero ser como ellos.
Frases de cajita
Por si fuera poco, nos hemos encerrado en una suerte de copypaste de frases y mensajes de celebración por la llegada de este nuevo año por las redes sociales, repetimos como lorito imágenes y oraciones que a nadie sorprende ni un poquito en originalidad, promesas van y vienen, como las olas del mar.
Quien se pone a esperar a que llegue el primer día del año nuevo para tomar decisiones trascendentales en su vida, una de ellas debería ser visitar a un especialista, aunque cada quien comienza en el momento que así lo desea y mantiene sus juramentos el tiempo que les plazca.
Como la decoración navideña se deja hasta el día de la Candelaria, el 2 de febrero, a mí no me importa pasar más tiempo abrazando a la gente y desearles un «Felijaño nuevo».
Como propósito de año nuevo, dije que iba a reír más, estar en contacto con mis verdaderas amistades, aprender a hablar ruso, volver a bailar y cuidar mi salud. Veremos cómo me va en unos cuantos meses. Seguiremos informando.