«A veces, cuando un hombre está solo, todo lo que tiene es a su perro», dijo Mickey Rourke en el año 2009, cuando ganó el Globo de Oro por su participación en “El luchador”. En Truman, una cinta tan cómica como triste, Julián (Ricardo Darín) está un poco solo, quizás como lo estuvo Rourke cuando nadie daba un centavo por su carrera.
Julián, también actor, tendrá que elegir su destino inmediato en esta película palabras más, palabras menos, sobre la amistad.
“Lo que queda en la vida son las relaciones” dice este personaje en una escena del filme. Él intenta desesperadamente en un momento crucial de su existencia poner en orden todos esos vínculos que ha construido –olvidado y decepcionado- a través del tiempo.
Esta película expone el relato de un hombre y el modo errático en que ha transcurrido su vida emocional y las relaciones con su entorno. Además de sus intentos por reconstruirlas a través del cuidado y el empeño que pone en su nexo más profundo, el que sostiene con su perro, Truman.
«¿Hay alguien que se comporte de forma más incondicional cuando llegas a tu casa que quien no te pregunta absolutamente nada y que lo único que hace es mover la cola y pegar saltos de alegría como si volvieras de la guerra? ¿Hay algo más grande que eso? No hay. Todo lo demás está sujeto a negociaciones permanentes” recalcó Ricardo Darín para una entrevista en la Web 20 Minutos.com.
Y es que los perros son muy importantes para algunas personas, son una extensión de la personalidad de sus dueños y un afecto puro porque no puede contaminarse de las mezquindades humanas. De eso precisamente se aprovecha Cesc Gay, el director y también escritor de esta cinta, para exponer los lazos que los seres humanos establecen con los otros, algunos frágiles, otros incoherentes, pero también fuertes y de lealtad pura.
Esta película no es una comedia, pero tampoco es un drama, genera un sabor agridulce porque llega a estar cargada de nostalgia y sin embargo tiene el poder de hacerte reír y revelarte que el humor a veces tiene su origen en la tragedia.
Tiene una estructura muy ordenada y es por ello que «Truman» representa el encuentro con las emociones humanas más esenciales.
Es confusa la intención y los sentimientos que despierta esta cinta sobre las distintas facetas del amor.
Además es una película de actores, una cinta que sirve como escenario para ver el impecable trabajo de sus protagonistas. En el filme hasta el perro actúa muy bien y suena a broma, pero no es chiste. La expresividad del animal coincide con el espíritu que le imprimen el resto de los personajes a la cinta.
En “Truman” se encubre en la figura de un animal, el modo profundo y a la vez esquivo que tienen los hombres de mostrarse ante los otros.
Javier Cámara y Dolores Fonzi, además de Darín, regalan unas actuaciones geniales.
Perros y cine
- En la comedia venezolana “Ratón en ferretería” de Román Chalbaud, Adonay Flores es un hombre un tanto solitario que comparte la vida con una perra llamada Marilyn.
- En “Marley & Me”, Owen Wilson cuenta la historia de su vida en compañía de su amigo de cuatro patas. También actúa Jennifer Aniston.
- En White God (Dios blanco) de Kornél Mundruczó los perros desean tomar venganza de la crueldad humana.