La actualidad llena la vida de la mayoría de la gente, tenemos hambre de novedad, ansias de tendencia, por eso olvidamos que el pasado es un lugar que puede ser divertido visitar, sobre todo si estamos buscando calidad cinematográfica.
Hollywood tiene sus clásicos y América Latina también, pero sucede que los segundos no tienen una exposición tan grande como los primeros. Latinoamérica muchas veces prefiere reverenciar el trabajo que realizan otros y obviar el suyo por diversas razones, el desconocimiento puede ser una de ellas.
La época de oro del cine mexicano, posee una filmografía que bien vale la pena visitar, en los párrafos siguientes enumero cinco razones para comenzar a hacerlo:
1-El bruto (1953) de Luis Buñuel
Luis Buñuel tuvo su etapa mexicana y esta cinta protagonizada por Pedro Armendáriz, Julián Soler, Katy Jurado y Rosita Arenas pertenece a ese período. La inocencia a veces se esconde en las personalidades aparentemente fuertes, al menos es lo que se cuenta en este relato realista sobre la miseria en sus diversas expresiones. El simbolismo frecuente en las cintas de Buñuel puede apreciarse en esta película llena de pequeños detalles que construyen un conjunto bien narrado. Excelentes diálogos y mejores actuaciones.
2-Sensualidad (1950) de Alberto Gout
Esta película comienza siendo un cuento obvio y termina mejorando notablemente. La «sensualidad» es lo que buscan todos en la vida, por eso trabajas, aguantas al jefe, pasas broncas y respiras. No hay nada más. La cosa es ¿qué serias capaz de hacer para mantenerla? Actúan: Fernando Soler y Ninón Sevilla.
3-La vida no vale nada (1955) de Rogelio González
Pedro Infante encarna a Pablo, un hombre con problemas de alcoholismo que no puede estarse quieto en un solo lugar. Vagabundo y borracho, pero con gran conciencia sobre su problema, Pablo va involucrándose con los personajes con los que se encuentra a lo largo de la trama. Esta película no posee la típica estructura de personajes en conflicto que luchan por su restauración, tan solo recrea el periplo que tiene que recorrer Pablo para encontrar lo que sin saber anda buscando. Cinta llena de matices que cuenta tres o cuatro historias que casi podrían verse como episodios por separado. En «La vida no vale nada» la historia se sostiene, además de por las buenas actuaciones, por el ambiente que recrea el director: personajes grises e incompletos, el poder de la música incidental, pero sobre todo por el carisma y trabajo de un Pedro Infante que le imprime realismo a cada escena. Infante ganó un premio Ariel como mejor actor con este filme. Destacan en el elenco, Lilia Prado como Martha, Rosario Granados como Cruz y Domingo Soler.
4-Días de Otoño (1962) de Roberto Gavaldón
Luisa está sola en este mundo, no tiene familia, no tiene amigos, no tiene a nadie. Su tía acaba de morir y le ha dejado una carta para que consiga trabajo en la pastelería de un amigo suyo. Luisa es soñadora y buena repostera, vive sola y se inventa fantasías. «Necesito tanto que me quieran» dice Luisa (Pina Pellicer) en esta cinta. Pellicer, quien murió muy joven, trabajó en la primera y única película dirigida por Marlon Brando en 1961 “One eyed Jacks”.
La película puede parecer algo confusa, sin embargo, ese aire de «confusión» podría ser parte de aquello que busca mostrar. Nunca llegamos a saber si las historias que «se inventa» Luisa son totalmente falsas o tienen base en la realidad. Onírica, intimista, melancólica, pero reflexiva, así es la cinta de Gavaldón, una obra de arte poco conocida.
5-La Devoradora (1946) de Fernando de Fuentes
Diana (María Félix) quiere casarse con un hombre muchísimo mayor que ella por interés, pero a su vez mantiene una relación con un muchacho joven. En este filme son valiosos los diálogos y las actuaciones, además de contar con muy buena fotografía. María Félix representa el arquetipo de mujer fatal a la perfección en esta cinta que posee altos niveles de suspenso. Félix realizó roles distintos, pero su imagen permanece marcada por su gran personalidad, además de su impactante belleza.
En YouTube puedes encontrar estas y otras cintas que demuestran el valor de una etapa privilegiada dentro del cine de América Latina.