El acoso sexual en Hollywood no es un hecho aislado
La reciente entrega de los “Globo de Oro”se centró en repudiar los constantes abusos cometidos a mujeres en la industria del cine durante años. Me parece muy bien que la gente se defienda cuando considera que ha sido tratada de un modo injusto y abusivo, sea hombre o mujer. Lo que resulta casi gracioso es la sorpresa que dichas acusaciones han despertado en miles de personas de todo el mundo.
El acoso sexual en Hollywood no es un hecho aislado. Harvey Weinstein, el productor que ha sido acusado por más de veinte mujeres de acoso y violación, no es un marciano, es un hombre cualquiera con una posición de poder.
Lamentó sonar feminista o algo por el estilo, pero para sufrir de acoso sexual no tienes que estar en Los Ángeles ni ser una actriz novata. Las mujeres bonitas (e incluso las que no son tan agraciadas) diariamente reciben propuestas y comentarios fuera de lugar, que muchas veces son vistos de forma inocente, pero que son una forma soterrada de irrespeto.
Supongo que en la industria del cine, debido a la propia naturaleza del negocio, deben existir muchas más oportunidades para incomodar a mujeres de cualquier edad, pero ese tipo de conducta masculina no tiene nada más que ver con ese sector del entretenimiento. Estoy segura que al cruzar la calle o simplemente al abrir su cuenta de Facebook, miles de chicas, encuentran un montón de comentarios que en nada tienen que ver con su valía como personas o con lo que hacen. Para un gran porcentaje de hombres (y esto incluye productores y artistas de Hollywood) las mujeres siguen siendo botín de guerra.
De hecho, algunos se escudan en el elogio para ejercer ciertas acciones que son una clara muestra de abuso vinculado con el género. Para los que no entienden este punto, es tan simple como esto: como mujer no recuerdo jamás haberle dicho a ningún amigo, jefe, colega o conocido lo bello que es, lo rico que está o lo bien que le queda una prenda de ropa. No se acostumbra que una mujer “elogie” de forma desmesurada a ningún hombre que no conoce y con el que no tiene una pretensión sexual o erótica. Y sobre todo, que no te ha dado señales de que se está relacionando contigo de ese modo.
Por el contrario, se ve con naturalidad que cualquier desconocido te hable libremente en la calle, redes sociales o que pretenda “elogiarte” hablando de tus cualidades físicas, haciendo uso de cualquier tipo de expresión.
Las mujeres no somos victimas, tampoco queremos serlo, pero es cierto que en cualquier profesión (no solo en Hollywood) puedes llegar a ser objeto de coacción o comportamientos indebidos por el simple hecho de ser mujer. Socialmente nos hemos acostumbrado a permitirlo y la crisis de Hollywood demuestra que los abusos no se reducen al machismo de América Latina.
Hace pocos días Natalie Portman denunció el modo en que fue tratada en su niñez al llegar a la industria del cine, no dudo de su palabra, pero insisto que no se trata solamente de una situación propia de su trabajo como actriz. La forma en que se percibe a la mujer tiene mucho que ver con el modo en que se le trata, mientras la sociedad no cambie (y esto quizás nos compete mucho más a nosotras como mujeres) no importa a cuantos Harvey Weinstein censuren, el problema seguirá estando allí, a la vuelta de la esquina.
@luisauguetol