Enfrentamos la tormenta en 2016 abriendo caminos para la TV de exportación – Televisoras nacionales comienzan a vivir de sus exportaciones – Productores Nacionales Independientes, comprometidos con Venezuela y una nueva televisión, dan un paso al frente.
El año nuevo 2017 nos recibe con positivos resultados en nuestras investigaciones sobre el interés del Estado venezolano en consolidar nuestra propuesta de TV de exportación.
En 2016 resaltábamos el potencial que tiene nuestra televisión, por el profesionalismo y el talento venezolano, reconocido (y empleado) en todo el mundo, para producir contenidos y programas que hoy, no solo nos permitirían mostrar a la verdadera Venezuela que los poderes mediáticos mundiales pretende ocultar, sino también generar una fuente de divisas no petroleras para el nuevo modelo no rentista, que se perfila será nuestra economía a partir de este 2017.
Ya hemos señalado que la telenovela se convirtió en el producto de exportación más importante del sector no petrolero en el siglo pasado: “Se estima que, solamente en 1992, los ingresos por derechos de transmisión de las telenovelas venezolanas alcanzaron una cifra entre los 40 y 50 millones de dólares, lo cual equipara a la industria televisiva con las exportaciones mejor consideradas…” (IESA, Venezuela: El reto de la competitividad, citada por Francisco Tremonti, en la revista Comunicación, 1995, P-7) Hasta 1993, 38 países del mundo conocían alguna telenovela venezolana. A través de Coral Pictures (RCTV) y Venevisión Internacional, distribuidoras creadas con divisas de las exportaciones de estos monopolios venezolanos (fueron constituidas en Florida, Estados Unidos), llevaron la telenovela a EEUU, Europa y Asia, con ganancias, en dólares, mucho mayores a las antes citadas.
En 2016 nuestra telenovela, ahora de Producción Nacional Independiente, puede exportarse: ‘Guerreras y centauros’, obra de Henry Galué, financiada por el Fondo de Responsabilidad Social, inició trámites de exportación con TVES (canal que va rumbo a la autosustentabilidad, por cierto, tras iniciar la exportación de algunos productos que la crítica interna de la Revolución Bolivariana consideraba ‘un error’ dentro de la nueva programación bajo la gestión de Winston Vallenilla, por usar los códigos televisivos que, precisamente, rigen en los países que están comprando dicha exportación).
Y antes de estas experiencias tenemos una, de aquella primera TVES que llevaba en sus hombros el peso de reemplazar a un canal como RCTV, con todas sus décadas de producción, y posicionamiento en el mercado nacional e internacional: Caramelo e’Chocolate, producida por Delfina Catalá y emitid por la Televisora Venezolana Social, fue transmitida por las cadenas latinoamericanas Cubavisión (Cuba) y Telemix Internacional (Panamá)
En la anterior gestión de comunicación e información, el entonces ministro Luis José Marcano declaró, en el marco de los 10 años de otra experiencia exitosa, creada por la Revolución Bolivariana: «La villa del cine marcó un cambio en la historia del cine en Venezuela. A propósito de la Agenda Económica Bolivariana se plantea la Economía Cultural,se han realizado mesas para estudiar los mecanismos para que la producción audiovisual no solo genere divisas, exportación y competitividad, sino enfrentar a la industria cultural… Los logros de La villa del cine son una muestra de lo que somos como venezolanos y venezolanas”, esto lo corroboró en esa misma intervención José Antonio Gómez, presidente de La villa del cine «En estos 10 años se han logrado 276 producciones propias de ‘la villa’, y más allá, 337 producciones en total»
Además de las experiencias de La villa del cine y la distribuidora Amazonia Films (aliada hoy con el Fondo de Responsabilidad Social para exportar programas de TV financiados por éste último) todo en el marco de la economía cultural que también está promoviendo el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, hemos visto interés, por gestión directa de nuestro colectivo (La Moviola, Movimiento Socialista de Productores Nacionales Independientes) con el Ministerio del Poder Popular para Comercio Exterior e Inversión Internacional (Minppcoexin), respecto al proyecto planificado, con visión a largo plazo, que aportamos en pro de la TV de exportación. El ministro Jesús Faría nos dio un dato importante para emprender esta misión: “La televisión venezolana tiene un nicho creado en el mundo”
La derrota de la actual Asamblea Nacional en su pretensión de reformar las leyes venezolanas que nos garantizan la producción audiovisual (Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos, y Ley Orgánica de Telecomunicaciones) nos garantizan que este 2017 será el esperado año del despegue del sector, solo si las y los Productores Nacionales Independientes sacamos de las “gavetas” los programas producidos, y nos unimos en una estrategia que tiene un solo fin concreto: Exportar, y aportar a Venezuela el fruto (principalmente económico) de dichas exportaciones.