Primeros intentos por regular la televisión (años 60) – Proyecto RATELVE – Renny Ottolina: ‘Juicio a la televisión venezolana’
El primer intento por regular la televisión ocurrió en el gobierno adeco de Raúl Leoni. Tras una resolución que prohibía transmitir películas de censura ‘C’ en la televisión (que fracasó ante la manipulación de los empresarios privados, quienes calificaron la medida como ‘ataque contra la libertad de expresión’) Diputados del antiguo Congreso Nacional estuvieron en México, buscando información sobre leyes de contenidos en ese país, para regular los contenidos de nuestra TV.
A su llegada a Venezuela, con el anteproyecto listo, la TV privada, ligada a otros oligopolios nacionales del negocio de alimentos, vehículos, etc., presionó al poder político, obligando al antiguo poder legislativo a archivar el proyecto. No se volvió a plantear leyes de este tipo, hasta la actual Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (hoy también medios electrónicos) aprobada en Revolución Bolivariana, en 2004.
También el Estado de entonces, con asesorías, creó el: “Proyecto RATELVE: diseño para una nueva política de radiodifusión del Estado venezolano”, que propuso un régimen mixto auténtico (público y privado), y denunció ‘inadecuación e ineficiencia’ en la radiodifusión privada y pública como servicio. Defendían a la CANTV de entonces como ‘adecuada a sus atribuciones’ en contraposición a las demás instituciones públicas vinculadas a la comunicación, carentes ‘de recursos, personal y políticas’.
El servicio público de radio y TV lucía desintegrado, en contraste con la integración privada, y la publicidad era factor de presión en las decisiones públicas, en la integridad cultural, en la independencia económica, e incluso la seguridad del Estado.
Pero sería Renny Ottolina, símbolo de la televisión en los cincuenta, sesenta y setenta, el gran vendedor de productos y vocero no oficial de la ideología capitalista, detrás de sus comentarios ‘espontáneos’ sobre el acontecer nacional, quien formuló, dentro de su duro sesgo derechista, críticas sobre la televisión de los años setenta en su artículo: “Juicio a la televisión venezolana” (1978) del cual destaca, por encima de cualquier consideración fragmentaria sobre un problema de fondo, su predicción:
“…yo predigo que la televisión venezolana se irá hundiendo cada día más, en su mar de irresponsable vulgaridad, con la única consecuencia de provocar la intervención del Estado. Y tendrá que intervenir el Estado atendiendo el clamor de los hombres y mujeres responsables del país, que cada día hacen sentir más fuerte su voz de justa protesta…”
Pasarían casi 30 años para que la profecía se cumpliera, porque, como el sistema al que sostenía, la televisión perdió el poder, cuando creyó haberlo conquistado.