“Algunos espacios destinados al entretenimiento, son aprovechados para introducir un tipo de orientación que parece producirse de manera espontánea y casual, aunque, en realidad, obedece a intereses muy determinados. El animador se convierte en factor de opinión, y actúa como propagandista y vocero ideológico del alto mundo financiero. Su lenguaje es mucho más agresivo y directo del que se permite en los órganos oficiales de opinión. Instrumento dócil de los intereses de las clases altas, dice lo que sus anunciantes, casi siempre firmas norteamericanas, no verían prudente declarar por sí mismos”
TVenezuela: Capítulo 5 – La Opinión (Jorge Solé, 1969)
Lo que se conoce de Renny Ottolina es que se llamaba en realidad Renaldo José Ottolina Pinto, que nació en Valencia, Venezuela, un 11 de diciembre de 1928, y que murió en un accidente aéreo (siniestrado como parte de un plan de Carlos Andrés Pérez, según cuentan políticos del partido político que él fundó, el Movimiento de Integridad Nacional, MIN, con el que se perfilaba como candidato presidencial para las elecciones de ese año) cerca de Caracas, un 16 de marzo de 1978 (39 años este mes), y que fue pionero de la televisión venezolana, en muchos aspectos de la publicidad, la comunicación social y la producción audiovisual.
Renny Ottolina y Hugo Chávez fueron comunicadores inimitables en la historia de la nuestra TV, pero cada uno en su posición ideológica. El liderazgo del hoy Comandante Supremo era producto del estudio exhaustivo que él mismo hizo sobre el pueblo del que él era parte, y la historia que unía a ese pueblo con Venezuela y el mundo. Renny, por su parte, era un estudioso del mercadeo, de la publicidad, de la opinión pública, y de la televisión, uno era político, y otro líder de opinión, lo cual no es un elogio, sino un concepto de mercadotecnia que según el sitio Liderazgo y Mercadeo se define como: “una persona que con su imagen ejerce una influencia personal sobre otros. No se trata de un líder en sentido estricto, sino de un «experto» sobre un producto o servicio. Es también denominada como «prescriptor» y actúa de intermediario entre los medios de comunicación de masas y los consumidores”
Líder de opinión es un concepto que tocamos indirectamente en nuestro artículo: “Locución ¿VERSUS? PNI (y IV)”, para aquellas y aquellos que se mentirosean (para no decir la otra palabra, bien venezolana) creyendo que pueden entrar en el fascinante mundo de la publicidad solo con sacar un certificado de locución, preferiblemente en la UCV, y comenzar a ganar lo mismo que un líder de opinión, que un activador político.
Renny Ottolina, al igual que, por ejemplo, César Miguel Rondón, y tantos y tantas en este medio, no ‘decía lo que quería’, era un vocero, pagado, para decir lo que el capitalismo venezolano, y transnacional, no podía decir (porque entre sus clientes hay gente con ese pensamiento) sobre el comunismo, el capitalismo, su competencia, o cualquier institución o sector que fuera contra sus intereses- Renny Ottolina no era un simple ‘locutorcito’, era un vocero que manejaba información privilegiada, por la que se paga mejor que a cualquier otro locutor, para formar la opinión de sus audiencias en sus programas de radio, televisión, y en la publicidad. La estrategia sigue siendo la misma, dentro de la radio y la televisión privada:
- Renny fue captado por su forma de entretener (divertir) a su audiencia.
- Ante su éxito comprobado (sintonía) lo usó el capitalismo (con el cual simpatizó) para introducir comentarios políticos ‘espontáneos’ (en realidad, planificados para que se vean espontáneos, producto de estrategias planificadas para influir en la gente)
- Y sí, la política también está dentro de los programas de ‘entretenimiento’ (¿Por qué crees que se invierten tantos millones de bolívares, y dólares para hacer desde un microprograma, hasta una película de gran presupuesto.
- No es informar, no es propaganda directa, es crear la atmósfera que ‘construya’ tu opinión sobre lo que al poder financiero interesa)
Entonces, Renny no hizo periodismo, ni entretenimiento, ni publicidad, Renny Ottolina ejercía el liderazgo de opinión, activando, influyendo sobre la visión de sus audiencias, ese fue su trabajo, como el de todos los ‘bien pagados’ de los medios (cuyo trabajo no comienza en la cabina, termina en la cabina, después de reunirse con BANESCO, y sus otros patrocinadores, para que “les bajen línea”, como hacen todas y todos los periodistas de los medios de estructura comercial. Nada es espontáneo en la radio y la TV convencional).
Finalmente, una precisión histórica: Renny no inicia su cruzada contra los medios por rebelión al sistema, o por un mero asunto de dinero, sino por un asunto de poder, o de control, que es lo mismo. Sus ideas positivas sobre la TV, en su último programa de 1973, no eran para cambiarla como medio, eran para unificarla en una estrategia nacionalista, en un país que desde ese mismo año, con Carlos Andrés Pérez en su primer gobierno, llegó al colmo de la dilapidación irresponsable de una bonanza petrolera que acabó con la producción nacional, y sobretodo, con las ganas de producir en Venezuela, lo que golpeaba, obviamente, a la industria de la publicidad.