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Redes sociales: ¡Defiende TU tiempo! (III)

Capítulo Final: “Cuando tu incompetencia política, te lleva a lo personal”

ADVERTENCIA: Este es el último de 3 lunes donde estuvimos experimentando la importancia del uso productivo del tiempo en redes sociales, dentro del campo de la política. El indicador que ‘Desde la plaza’ te coloca, a tu derecha de este texto, será tu alivio, después de dos tortuosas entregas. Estamos tan felices de terminar esta tortura que te infligimos, durante tres semanas, como de no escribir más sobre este tema, y volver, a partir del lunes que viene, a la normalidad en estas ‘Crónicas Hertzianas’.

Vamos rápidamente con el cierre. Si lograste superar las dos primeras entregas, FELICITACIONES, en premio, esta última entrega será corta e interesante, pues desmontaremos una versión, poco común, del discurso fascista.

Para entender cómo funciona el pensamiento fascista, para los efectos de este trabajo (hay una sociedad nacida para gobernar, y otra nacida para obedecer), nos remitiremos a un fragmento del correo que se le atribuye al Cardenal Jorge Urosa Sabino, donde habla del tipo de educación que debería regir en Venezuela:

“La educación debe ser igual pero separada (una frase poco popular, pero muy cierta). Los hijos de familias pudientes, llamados a ir a las universidades y, más tarde, tomar las riendas de empresas, negocios, ejercer las profesiones libres y los cargos más altos de la administración pública, deben ser educados para alcanzar estos fines y asumir su responsabilidad social de la forma más responsable y cristiana. Los niños que, por su origen socioeconómico, tienen desventajas, deben ser educados en el respeto hacia la autoridad, en la diligencia, en la modestia y, sobre todo en el mensaje cristiano del amor”

Traducido al «cristiano» (y eso nadie puede manipularlo, está escrito): Los hijos de los ricos deben ser educados para mandar, y los hijos de los pobres para obedecer.

¿Y cómo probamos que es Urosa quien escribe? Por otro mensaje en que “aclaró” este correo, cito un fragmento: “Si este mensaje llegase a manos mal intencionadas podría ser manipulado en contra de la Iglesia, por lo que le ruego que no distribuya”.

Dos confesiones en la misma frase: 1. Si lo escribió 2. Lo que escribió es tan inconfesable, que pidió que no se distribuyera, pero es tan cierto su pensamiento, que no dijo que es falso lo que escribió, sino que ‘podría manipularse en contra de la iglesia’ (¿La iglesia católica está de acuerdo con Urosa?)

Precisado esto, comienzan las citas que hemos recogido por allí de varios diálogos, sincroniza tu reloj, comienza a leer, y puedes decirme a qué hora terminaste, comentando este artículo. Estamos seguro que, en esta última entrega, tu sufrimiento será menor:

practicas un maniqueísmo militante, el cual es enternecedor porque confirma lo que siempre te dije: estás dentro de un culto religioso. Ahí eres feliz con tu santa verdad, no importa que te traten mal, como el 2007 en ANTV, que no te renovaron contrato a pesar de tu fe revolucionaria.”

Es hasta vergonzoso publicar esta parte del escrito, porque toca un asunto personal (y además, falso, lo explicamos más adelante) de este columnista, que lo que demuestra es la desnudez en la que quedan los que recurren a la manipulación y la arrogancia, cuando ven que su interlocutor no es el ciudadano ingenuo que no se interesa en la política, sino un ciudadano cuya militancia es el producto de una exhaustiva investigación profesional, donde no hay maniqueísmo posible, porque conocemos bien, tanto el por qué estamos con el proceso revolucionario iniciado en 1989, hecho militar en 1992, y hecho gobierno, democráticamente electo, en 1998, como el por qué no estamos, ni estaremos jamás, con un modelo fracasado, derrotado en 1999 (con la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela) y que solo ha podido asestar torpes golpes a un pueblo que está decidido a continuar su camino, aún sin el líder fundador del mismo, porque la conciencia (en la que el pueblo también ha estado trabajando), ya está instalada, y el trabajo, a través del nuevo poder, el Poder Popular, está en marcha (suficiente razón como para que un buen político de derechas, incapaz de convencer, porque no le interesa, apele a la distracción de un interminable debate, que no busca comunicar, ni compartir, ni convivir, sino evitar que se consolide la Quinta República.

Y resulta más vergonzoso, porque el hecho que cuenta es falso, y, como era de esperarse en este personaje, manipulado. Trabajé con orgullo, por un año, en el canal de la Asamblea, ANTV, el cual pretendió ser privatizado por el fallido presidente Henry Ramos Allup, y no solo salimos con la frente en alto de ANTV, fue un lugar donde se reforzó, a través del aprendizaje, nuestra militancia revolucionaria, al conocer a todos los compañeros y compañeras que, desde ministros hasta diputados reelectos, hoy ocupan las más altas responsabilidades dentro de la política venezolana (comenzando por quien fuera presidente del parlamento a mi llegada, el hoy Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, de quien fui testigo de su liderazgo popular, por cosas que puedo contar luego), sino que, además, soy cercano a todos los compañeros que fueron mis jefes entonces (incluso de la gerenta que, en modo equivocado, pretendió circunscribirme en un problema que no era mío, sino de dos personas en conflicto, preferí que no me renovaran el contrato, en vez de ser parte de un conflicto innecesario). El resultado me favoreció, hoy cuento con todo el tiempo disponible, y productivo, que no me producía la difícil estructura laboral que ANTV tenía entonces (estructura similar a la de la TV venezolana, que gracias a la Ley del trabajo de 2012, comenzó a cambiar).

De hecho, uno de esos jefes que tuve, Gustavo Arreaza (a quien respeto y sé que me respeta, como lo hacen Tania Díaz, Rubén Hernández, Edgar Padrón, Isabel Delgado, Morella Jurado, entre otros) actual director del Teatro Teresa Carreño, me confirmó los insumos para el trabajo: “TV: Hagamos una barra de estado” pero la primera información sobre el tema la recibí, precisamente, del manipulador arrogante de la cita anterior, a quien respeto lo suficiente para no revelar su nombre, porque un ente, institución o empresa (dicho por él mismo) le negó una investigación que estaba haciendo, donde pretendía culpar al Presidente Hugo Chávez por una obra improvisada, con obvio final inconcluso, como el Teatro Teresa Carreño, cuyo único responsable es el gobierno de Luis Herrera Campins, que, como tantas obras inconclusas, deben investigarse por daño patrimonial a la Nación, determinando a los responsables de entonces, no buscando culpables por politiquería barata.

Visto semejante acto de fanatismo (irse a lo personal, lo enternecedor es apreciar cómo oculta su resentimiento con finos insultos) es evidente que lo que este derrotado ‘analista’ llama ‘maniqueísmo militante’, es nuestro rechazo a su tendencia política, por los crímenes y daños ocasionados a Venezuela desde que instauraron el fracasado modelo rentista petrolero, cuando es derrocado el General Isaías Medina Angarita, en 1945, lo cual no implica odio, ni desconocimiento de algunos logros puntuales que el mismo modelo logró, que hemos expresado en estas columnas, con absoluto criterio científico y de justicia.

Ahora retomemos aquella cita de la primera entrega, ahora completa: “todo cuanto provenga del otro sector político-social es sospechoso, no es confiable, es manipulado y viene con torvas intenciones, aún si es gente que conozcas…

Tu propia lectura te da la respuesta. El artículo 4 de la Ley Orgánica del Poder Popular es un ejemplo de cómo construir sumando a todas y todos los venezolanos, sin buscar cambio de opinión política, ni de ningún tipo, de nadie, la política es la ciencia y el arte de hacer posibles las cosas, y en democracia, a través del convencimiento, con diferentes tácticas y estrategias, pero, en un sentido ético, buscando que el elector, el compañero o compañera con la que deseas construir, conozca, en principio, o al final, tus verdaderas intenciones. Ejemplo: Hugo Chávez, en efecto, no era comunista, y no planteó el socialismo como vía, era bolivariano, y su propuesta de gobierno buscaba un modelo propio, similar, en su opinión, a la ‘tercera vía’ planteada por Tony Blair, de un hombre que, como diría ese mismo amigo de la cita, en precisión histórica, y se le reconoce: “no dejó ideología, pero sí dejó ideas”, y nosotros añadimos, ideas, y proyectos para la creación de sus repúblicas, donde está expresado su pensamiento independentista, anti-imperialista, republicano, y en su última etapa política, anti-esclavista, ajena a la sociedad de clases impuesta por la colonia.

Hugo Chávez descubrió el socialismo en el camino (posible, de acuerdo a la Constitución de 1999), tuvo que reorientar la táctica, y la estrategia, cuando se dio cuenta que la convivencia con los sectores fascistas y anti-venezolanos del capitalismo que manda en la oposición venezolana, no deseaban ninguna conciliación ni convivencia entre modelos, sino imponer el suyo, aunque ningún venezolano o venezolana lo haya elegido.

Basta esta cita, que incluso fue a la vida personal de este columnista, para evidenciar mucho más que distracción ociosa, en este tipo de diálogo improductivo e innecesario, basado en la manipulación y el interminable debate: la intención es imponer una opinión política, no compartir, ni mucho menos convivir.

Claro, este es un debate entre gente formada políticamente, como quien escribe, y, como hemos leído estas tres semanas, arrogantes, fanatizados, con tendencia fascista y, por ende, a despreciar incluso la investigación del otro, pero ¿Y si hablamos, por un segundo, de la interacción de estos manipuladores, con otros interlocutores, que desconocen de política, y son felices desconociendo (están en su derecho), que no se interesan (en nuestra opinión, deberían, siendo venezolanos) por el sistema de Venezuela, o sus leyes? Allí el manipulador pretende, por vía directa, o a través de temas triviales para imponer su posición política, cambiar la opinión de esa persona, o esas personas. ¿Y si lo hiciera desde una cátedra, no haciendo lo que hacen los profesores de la UBV, por ejemplo: ‘No me crean, investiguen’? ¿Cómo se llama eso, cuál es la intención?

La intención es cambiar la opinión para una próxima elección, donde sus manipulados (gente que busca el conocimiento a través del que se los imparte, no a través de la verdadera investigación, que es lo que aquí hemos hecho, contrastar fuentes) puedan ejercer el voto en favor del intereses político de quien imparte la educación, no del interés colectivo.

Pero no, la intención no es mala, ni torva, simplemente, lo que hemos visto en todas estas páginas (u horas tuyas leyendo), son una serie de afirmaciones absolutas, contundentes, sin concesión ni pruebas, pero lo más grave, sin reconocimiento al otro, a sus estudios, al nivel de instrucción, al nivel político e investigador de este comunicador, y esto sí es grave:

¿Qué ideología es la que busca imponer una posición, a través de la violencia, o, si no se tiene la fuerza, a través de descalificar, incluso al punto de comparar a quienes no piensan como nosotros con animales, en sentido ofensivo?

Esta cita, la penúltima, por fortuna, retrata, de cuerpo entero, la figura del manipulador arrogante:

“Esa es la ‘democracia revolucionaria’ que tú defiendes, la cual es ahora una dictadura con ropajes legales, pero que va en contra de lo que dice su propia Constitución…”

Esta falsa afirmación, sobre la democracia participativa y protagónica (que el manipulador arrogante se empeña en negar –reconocerlo, con hechos, los hay, desmontaría la distracción que pretende con estos inútiles debates-) la rebatimos con todas las pruebas que hemos dado para demostrar que Venezuela, no solo vive una democracia con respeto a su Constitución y las leyes, sino que, lo que tenemos en nuestro país, lamentablemente, y también demostrado, es una oposición política delictiva, que usa el ropaje de la legalidad para torcer la decisión soberana de un pueblo, no desde hoy, desde 1999, cuando fue rechazada su pretensión de no aprobar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aún más:   

“Y según los razonamientos de esa misma «democracia» por haberme opuesto a la Constitución en 1999, la misma no me ampara, yo no la puedo usar ni esgrimir argumentos en base a ella, pues soy un «ciudadano de segunda», moralmente inhabilitado que no tengo el certificado de buena conducta que sólo puede dar la revolución…”

No son razonamientos, son hechos. No puedo yo pretenderme defensor de la Constitución de 1961, del reclutamiento forzoso, de los militares convertidos en guardia pretoriana de los gobiernos adecos y copeyanos, obligados a aislarse del pueblo para no crear ningún sentimiento de empatía, en caso de ser utilizadas en algún momento para reprimirlo (como ocurrió en 40 años de ese fracaso, especialmente, en la rebelión popular de 1989, conocida como ‘El caracazo’) y luego aparecer esgrimiendo argumentos, leyes, en defensa del viejo sistema, sin lógica ni concordancia con el marco jurídico legal actual. No es certificado de buena conducta, nos ampara la Ley, siempre que, no solo cumplamos con la Constitución y las leyes de Venezuela, sino el rechazo a quienes, ante todas las pruebas, incumplen, eso es lo que nos da moral para hablar, para esgrimir argumentos con base en ella, es lo que nos hace iguales, ni de primera, ni de segunda.

Precisamente, porque ese marco ya inexistente, de 1961, condenó a las mayorías venezolanas a ser ciudadanos de segunda (sin comillas, sin sarcasmos, sino con ejemplos y casos concretos que rodean nuestras ciudades de cinturones de miseria y exclusión) es que hubo, y hay, una Revolución Bolivariana, que está trascendiendo a la siguiente etapa:

  • En 17 años se ha logrado la Revolución política (Constitución, leyes, control de nuestros recursos, y la fuerza armada para defenderlos de potencias extranjeras, interesadas en apropiarse, no en intercambiar, con ellos)
  • Y la revolución social (Venezuela no solo superó el analfabetismo, y la premeditada exclusión educativa, sino que además logró conciencia política, manifestada hoy con un caso concreto: ni siquiera, con el boicot económico más grande de nuestra historia, han logrado movilizar al pueblo en contra de la revolución, solamente desmovilizarlo, por ahora)
  • Ahora nos toca la revolución económica con Nicolás Maduro, que exige una organización informática, moderna, de toda la economía nacional, desde el pequeño productor de un CLAP, hasta el gran empresario positivo, nacionalista, exportador, que va a cumplir (ni siquiera siendo chavista, ni siquiera siendo socialista) con lo que es, en esencia, el socialismo: PRODUCIR, QUE NO ES LO MISMO QUE ‘TRABAJAR’.
  • Todo se ha estado desarrollando dentro de un plan bien claro, público, disponible para el que lo quiera leer (que evidentemente no hace el manipulador arrogante), y en varias etapas, que requieren más especificidad (Plan de la Patria – 15 motores – agenda Carabobo)

“(¿Si tengo carnet de la patria, quizás mejore mi condición?) Y eso es la razón por cual me acusas y me insultas de «hipócrita», «mentiroso» y otras lindeces que tu culto fanatista te hace creer…”

Lo cierto es que los términos “hipócrita”, “mentiroso”, e “inmoral” (faltó ese, y a la luz de lo leído y respondido, ya sabemos por qué no la incluyó en la lista) no son ni ‘lindeces’ (sic) ni insultos, son palabras duras, sí, pero son las correctas para definir su forma muy fina de ofender e insultar, donde incluso cayó en ataques personales, en un vacío debate (porque a ninguno de los manipuladores antes citados les interesa investigar, ya tienen su discurso armado con la propaganda de sus fuentes contaminadas, y de allí no salen, si no fuera así, él sabría para qué es el carnet de la Patria, sobre el cual abordamos una clave en este trabajo

Una persona que usa la Constitución que adversó cuando ‘esa era la línea’ (hipocresía) que miente cuando lo necesita(como el inexistente ‘conflicto de competencias’ entre Alcaldía Mayor y Gobierno de Distrito Capital) y es inmoral al acusar falsamente al gobierno de lo que su sector político hace (la MUD cometiendo fraudes repetidos, y diversas tropelías, que no son condenadas por él, aún con todas las pruebas, por simple solidaridad automática) se resume en una ideología, tan dura por su expediente criminal, que nadie que milite en la misma se atreve a usarla (pregúntale a ‘Primero Justicia” y “Voluntad Popular”): Fascista

¿Una prueba, además de lo dicho? Desglosemos esta afirmación, con un tono tan amistoso como su falso perdón:

“No te preocupes: Yo te perdono. Sé que estás ciego, porque estás emocionado por militar en un proceso político inédito y la emoción nubla la razón. Pero la alucinación no durará mucho. Y espero volver a conversar contigo cuando termine el hechizo y haya un nuevo gobierno… Lamento decirte que los tiempos de la Historia han cambiado. Aquellos años 1998 y 2000 de grandes victorias chavistas quedaron atrás. Y bueno, desde la muerte de Chávez -sí, él murió, ya no vive más- el chavismo la ha tenido cuesta muy arriba, y casualmente en América Latina la tendencia es cambiar el cambio: no sólo paso en Argentina, pasó también en Bolivia, donde Evo perdió un referéndum estratégico y tal vez pase en Ecuador. Ese cambió también llegó aquí, el 6-D de 2015…”

Para el momento en que escribo esto, la ceguera fanática de este personaje, el gran ‘cambio – retroceso de época’ se estrelló contra la victoria electoral de Lenin Moreno, nuevo presidente del Ecuador, continuador de la Revolución Ciudadana iniciada por Rafael Correa, lo cual representa el primer revés en una serie de victorias (la mayoría obtenida en procesos amañados y golpistas, como Honduras, Paraguay y Brasil) que buscaban la restauración del capitalismo que este amigo defiende y todo indica que esta contraofensiva apenas comienza.

Entonces, tras las acusaciones de ‘ceguera’ (sin demostrarlo) de ‘emoción por militar en un proceso político inédito’(así califica este manipulador arrogante 18 años de investigación que él no ha hecho, por eso no acertó ni un solo ‘argumento’ de los que dio, como demostramos en la segunda entrega), y de ‘vivir una alucinación que no durará mucho’ (¿Cuánto durará, si desde hace 18 años estos manipuladores vienen diciendo lo mismo, con alguno que otro añadido?) preguntamos:

¿Quién vive ciego, emocionado por adversar por primera vez a un proceso (tras haber sido parte de la élite del poder que gobernó a Venezuela con Acción Democrática, de allí su resentimiento) y con una alucinación que, por el contrario, ha durado lo suficiente como para que esta persona, opinamos, con respeto, hiciera una pausa en su ‘búsqueda contrincantes’, y comenzara a revisar a su propio sector (lo dijo un político estadounidense: “Cuando estás cavando, y no llegas a ningún lado, lo conveniente es DEJAR de cavar)?  

 No, el perdón no debo darlo yo a nosotros, ni él a nosotros, ni siquiera Dios a él, el perdón debe ser a sí mismo, después de cumplir todos los pasos de la rectificación (tomar conciencia de su falla, y rectificar, no por nosotros, ni por más nadie que él mismo)

Estamos seguros que coincides con nosotros en que estos tres trabajos han sido terribles pero sabemos que sirvieron para que entendamos que el bloquear no es un acto de ‘incomunicación’, o de desprecio al otro, cuando la intención es defender nuestro tiempo (y defender nuestro derecho al respeto, somos lo suficientemente profesionales y preparados para ser descalificados por fanáticos irracionales, como hemos demostrado).

Y este duro ejercicio nos ha hecho entender, también estamos seguros, cómo funciona el fascismo cuando debate: distracción del proyecto de país que no reconoce, trivialidades, mentiras, y por supuesto, cuando se les califica correctamente, se va a lo personal, o a la descalificación. Ningún manipulador, ningún arrogante que se cree con atribuciones de consumir tu tiempo, tiene derecho a violar tu libertad de elegir… ¿Defiendes tu tiempo?: ¡Que nadie te distraiga!

Gracias por tu paciencia, y ofrezco disculpas, si este irrespeto intencional a tu tiempo, te afectó de algún modo. Nos vemos el próximo lunes, para volver a la normalidad en nuestras ‘Crónicas hertzianas’, con temas vinculados al desarrollo de nuestra “Venezuela digital”.

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