¿Cómo cambió Venezuela en las portadas de El Universal, Últimas Noticias, o en la pantalla de Globovisión, en apenas un año, 2013? – La Revolución Bolivariana, promotora de la Constitución que nos rige a todas y todos los venezolanos, ha ido ganando espacio ante empresarios de la comunicación que decidieron no seguir invirtiendo para perder
En Venezuela, un país del que (se dice) ‘no hay libertad de expresión’, más del 77% de los medios están en manos del capital privado, y en su mayoría, enemigo de la Revolución Bolivariana, contrario a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y de cualquier proyecto de desarrollo nacional que les impida el control del país, que perdieron con la victoria de Hugo Chávez en 1998.
La televisión es privada en su mayoría, pero las fuerzas patriotas de Venezuela han ido ganando espacio por la propia rendición de los enemigos del país.
La primera elección presidencial que Venezuela enfrentó sin Chávez, en 2013, donde el presidente Nicolás Maduro derrota a Henrique Capriles, trae como resultado que Globovisión cambie su línea editorial insurreccional, anti-venezolana, por una línea opositora, pero respetuosa de la Constitución y las leyes. Su anterior dueño (Guillermo Zuloaga, descendiente de los colonizadores españoles que protagonizaron el saqueo a Venezuela con la “Compañía Guipuzcoana”) vendió el canal a su yerno (Juan Domingo Cordero, principal accionista de “Seguros La Vitalicia”, uno de los más importantes del país, siendo el sector seguros, por cierto, el de mayor crecimiento dentro de la economía nacional)
Hoy la televisión privada respeta, en general, la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos, sin abandonar su posición opositora, la cual llevan a cabo ahora a través de la Neurocomunicación (en sentido negativo, por ejemplo: la publicación de la noticia de un homicidio y, acto seguido, la publicación de una información de un ministro de la Revolución anunciando alguna medida de su despacho, con la intención de que el televidente asocie las muertes por la delincuencia como “culpa del gobierno”)
La prensa antichavista también sufrió bajas sensibles. Dos estandartes de la prensa escrita abandonaron la guerra contra Venezuela, tras la derrota de Capriles: El Universal, el diario más antiguo de la Venezuela contemporánea (nacido en 1909) fue vendido por su dueño, Andrés Mata, al grupo español Espalisticia, y la Cadena Capriles, que cuenta entre sus impresos con Últimas noticias, el diario más vendido de Venezuela (450 mil ejemplares diarios), fue vendida a la banca de inversión británica Hanson Asset Management.
El resto de la prensa que mantiene su actitud insurreccional está liderada por El Nacional, cuyo dueño, Miguel Henrique Otero, huyó a España para evadir la demanda por la difamación e injuria que su diario hizo a altos funcionarios del gobierno, y El nuevo país, cuyo dueño, Rafael Poleo, agente a sueldo de la CIA, y su hija, Patricia Poleo, huyeron a Miami tras determinarse su vinculación con el asesinato del Fiscal Danilo Anderson, en 2004. Estos diarios, así como sus acólitos regionales, ya no tienen la misma fuerza de antes, pues la nueva prensa nacida en revolución, no necesariamente estatal (Correo Del Orinoco, Vea, y Ciudad CCS, que ahora es también, Ciudad Petare, Ciudad Cojedes, etc) está ganando en ventas y circulación.
En cuanto a la radio, la radio pública está ganando sintonía, pero sigue la hegemonía privada, la cual ejerce fiera oposición al gobierno: Unión Radio liderando la lista, seguida por RCR y 92.9 (estas dos últimas del grupo Phelps y de Marcel Granier, dueños de RCTV, canal al que el Estado no renovó la concesión por sus continuas violaciones a la Ley, y que sigue trabajando como productora de programas, publicidad, y doblajes). Las radios regionales son extremadamente antichavistas, desde ellas se siguen haciendo llamados incluso al magnicidio, y a atentar contra el propio pueblo que apoya la Revolución Bolivariana (promoción del odio entre venezolanos).
El gran campo de batalla hoy, y el gran reto a superar, a nombre de la paz y la estabilidad de Venezuela, son la web y las redes sociales, donde los enemigos del país tienen posición de dominio, por tener incluso la administración de dichas redes (Twitter en Venezuela es manejada por el hijo de Alberto Federico Ravell, mafioso de la propaganda anti-venezolana, y militante del corrupto partido Acción Democrática, partido del actual presidente de la Asamblea Nacional)
Este es el panorama actual de los medios de difusión en Venezuela, que vive la democracia y la libertad de expresión más plenas de su historia.