Por: César Vázquez
Cuando Gabriel Dorante me enseñó el video clip que dirigió; Más mía que tuya contaba con una de las reinas del twerking local, la suicide girl del porno criollo conocida también como la conejita Jenifer Aboul.
En la lírica de Truko se alinearon todos los planetas y los deseos de esta nena para filtrarse por la hendija de un techo de zinc, atrayéndonos hacia la órbita del chamo de barrio que como un maestro de alcoba sabe cómo tratarla y complacerla.
Pero el dueño de la musa aparte de anotarse una más, reafirmando todos los elementos de la cultura del HipHop en este estilo y de traernos a la score con los mejores selfies de hotelito capitalino, siempre ha dejado claro que la fuerza de su lírica pega mucho más allá… Llegan como dagas de una narrativa que vuela entre los callejones y las veredas del barrio, acicaladas por la necesidad de los comunes para finalmente explotar en tus oídos, cual cajas sonoras en el lobbie del desacato oficial.
Eterno es uno de los videos más recientes, aunque este tema fue escrito en 2010, fue grabado apenas este año por aquellas cosas de la contingencia en la que siempre nos encontramos y nos tramamos el futuro. Sus letras tienen hoy en día una gran vigencia, se clavan como una petición de principio, pero sobre todo como una petición de rebeldía protochavista con críticas contundentes a la burocracia y a la corrupción del gobierno, pero manteniéndose dentro del proceso.
En la Cota loka, lanza pa’ la pista el discurso glocal de la explotación de quienes suben y bajan las escaleras del gueto, el de ser un sujeto de las masas y de las multitudes que subvierten el orden revolucionando el contexto a través de la música, en esta propuesta se va configurando el contorno de una militancia chavista que según él ya no sale a marchar, que está decepcionada, pero sigue creyendo en los principios éticos del líder de esta revolución y donde aún se encuentra el horizonte político de una sociedad más justa y libre.
Las preguntas vinieron al encuentro después del toque en el Centro Cultural Parque Central, Indi, que había llegado antes con el ímpetu de acabar con las telas, logró grabar desde su teléfono como se lo había pedido. Luego que alguien del staff pudo reconocerme en la puerta pude entrar, esta vez como el columnista que escribiría esta entrevista. Indi siempre resulta ser un encantador talismán para la gente, así que no tenía por qué preocuparme, con un par de preguntas muy precisas sería suficiente. No sabíamos muy bien hacia donde nos precipitaba la noche, el tema ya parecía un poco serio para la hora y ya nos habíamos embochinchado.
Empecé hablando sobre las marchas del día mundial de los trabajadores y así se fue dando la conversa, mi intención fue indagar en ese nuevo sujeto chavista que se esboza en su tema, aunque ahora creo que nos faltó mucho más tiempo para descifrarlo mejor.
C: ¿Es un accidente o una determinación de clase hacerse chavista o revolucionario?
T: Me hice chavista desde los 14 años cuando viví lo del 2002. Esos días me di cuenta que todo lo que yo había vivido era una mentira, que Chávez era como tú como yo, que él era el tipo, el de verdad. A mi no me interesaba la política en ese momentos pero luego me di cuenta también, que detrás de uno de verdad vienen quinientos queriendo ser él y allí es cuando unos cuantos resultaron ser los disfraces que son.
C: El rap del que hablamos, se reconoce desde la rasa, la pelazón de bola y por lo tanto en su condición de clase, ¿quiénes son para ti ahora mismo, los que llevan el carro del HipHop actualmente y que siguen viendo en el chavismo una corriente emancipadora?
T: Creo que ese rap está muy chamito ahorita, somos pocos… Greogry Palencia, Dejavú y yo. Hay muchos raperos chavistas, pero cuidan mucho su palabra para que el chavismo no les deje de pagar. A mí no me importa, soy lo que soy por mi pueblo y siempre he trabajado desde la izquierda.
C: ¿Entonces los tres mosqueteros?
T: Y no hemos hecho música juntos, una vez Dejavú me lo dijo, tenemos que hacer música juntos, ellos están claros.
C: El foquísmo de la guarimba además de ser algo muy posmoderno en su condición celular, fragmentada y mercantilizada y ante la prerrogativa que como método anti-político falló ¿Crees que un Cumanazo sea como un Caracazo, se podría hablar que un 27 de Febrero, podría repetirse si estuvieran dadas las condiciones que al parecer están dadas?
T: No creo, simplemente porque no se podría comparar como el 27 de Feb, existe la necesidad de una revuelta popular y están dadas las condiciones como dices, pero el salir a la calle, las revueltas, hoy en día se las robó el posmodernismo, la gente prefiere quedarse pegada en los teléfonos y por eso las revueltas son mediáticas, nos invaden primero por Facebook y por Instagram. Menos mal la oposición está tan mal y tiene malos consejeros, por que la verdad es que hay gente de este lado, que está en la revolución desde el principio y que está arrecha.