Por: Rina Morales
Si desea llorar, llora. Cuando se termina una relación de pareja y uno de los miembros no desea culminar la relación porque aún siente que ama, desea o quiere estar con esa persona, se transita por el famoso despecho. Para algunos, esos días son eternos, se entra en una etapa que no desea otra cosa que llorar. En el despecho, los sentimientos y emociones que conllevan las rupturas al igual que las circunstancias que las rodean son muy semejantes a las que se experimentan con la pérdida de un ser querido. Por muy doloroso que sea, es un fenómeno normal con una evolución y sus fases. Lo primero que se debe saber es que pasará por un período denominado duelo, hay personas que pueden pasar esta fase en una semana pero hay otras que duran meses.
Tenga presente que el duelo son esos primeros días de tristeza, nostalgia. Se pierde el interés por seguir con las actividades del día a día. Nos sentimos inmersos en un laberinto de confusión y angustia que pareciera no tener fin. Se transita por una etapa de negación, donde constantemente no se cree que haya terminado con la pareja, luego la tristeza y el dolor de la pérdida que conlleva a la culpa, se piensa que algo se hizo mal, de allí se llega a la ira, rabia de creer que no es justo, para terminar en la desolación y nostalgia. Pero, como nada es para siempre, se llega a la aceptación y justo en esta etapa la persona sitúa lo que pasó.
Es recomendable que no se llamen ni frecuentes los mismos lugares, en los primeros meses hay que romper con cualquier vínculo que le recuerde a su ex pareja. Cuidado con las redes sociales, no es saludable estar revisando o seguir consultado qué comenta, o qué publica su ex pareja en Facebook, twitter o instagram. No crea que sólo le pasa a usted, todos en algún momento hemos pasado por un despecho. No se involucre en otra relación tan rápido porque eso de que un clavo saca otro clavo, a veces empeora la situación.
Las rupturas de parejas siempre dejan un aprendizaje, no lo vea como un castigo, revise y sane muy bien su corazón, para poder iniciar una nueva relación. Lo fundamental es intentar volver a la normalidad lo antes posible, y relacionarse con los demás. Esto es algo que cuesta, pero si nos aislamos lo único que conseguiremos es centrarnos en el pensamiento único de la relación fracasada. No se quede encerrado en los recuerdos. Es importante darse un tiempo, busque salir con sus amigos, retomar alguna actividad que haya dejado de hacer, establecer metas cortas que lo motiven y ocupen su tiempo libre, tener la mente ocupada y no dejar espacio para pensar sobre su ex pareja, le permitirá fortalecer sus emociones.
El final de una relación puede ser un nuevo comienzo. Si ya lloró, ahora busque reír, vea el lado positivo de lo vivido.