La serie “El príncipe de la canción” llegó a su fin hace una semana
Saber que un cantante vive como lo dictan sus canciones puede ser una sorpresa reconfortante, pero a la vez un indicio de que muchas veces eso de que la vida imite al arte se paga a un precio muy alto.
Esto queda claro en la serie que narra la vida de José José, el cantante romántico a quien se le retrata como a un ser apasionado capaz de seguir sin inmutarse un sinfín de causas pérdidas dejándose llevar por sus emociones.
Esta ficción llegó a su final y nos dejó un sabor dulce y amargo, debido a un sinfín de razones.
La serie generó interés desde el primer capítulo porque no esconde, no disfraza, llama a las cosas por su nombre y permite conocer al personaje, lo desnuda ante la audiencia.
“El príncipe de la canción” protagonizada por Alejandro de la Madrid (quien es un José José perfecto) no deja detalles a la imaginación, en ningún momento se mide al contarnos los excesos, errores, pecados y vicios del cantante. Por el contrario, relata con afán cada una de sus debilidades y conflictos personales que siempre estuvieron muy cerca de su carrera artística.
La brujería, las drogas, sus relaciones con las mujeres, su debilidad de carácter, su falta de orgullo y la poca determinación a la hora de asumir sus circunstancias adversas, son parte de esta historia que retrata la personalidad del mexicano en cada capítulo.
“José José” es una serie honesta, aunque genera en gran medida desagrado. No se puede decir que es un placer disfrutar de cada capítulo, ya que la vida de “El Príncipe” estuvo siempre muy llena de drama.
Sin embargo, la ficción logra su objetivo: cuenta una historia que remueve las emociones de los televidentes. Expone la vida del hombre detrás de las canciones y devela lo que todo admirador del cantante mexicano seguramente sospechaba: su música es absolutamente autobiográfica.
Alejandro de la Madrid logra dar con el carácter nostálgico, con la actitud afable e incluso pusilánime en ocasiones del ídolo de la canción romántica. En la piel de José José, expone a la perfección esa actitud que está presente en sus baladas y que refleja el espíritu romántico de un hombre que asumió el amor como una apuesta permanente a lo largo de su vida.
Según lo que presenciamos en la serie autorizada por el intérprete, José José canta sobre lo que vive, su obra está llena de canciones que son parte de su historia personal. Su forma de interpretar es un reflejo de su personalidad.
Este podría decirse que es uno de los elementos más apreciables de la ficción, la posibilidad que brinda de redescubrir la coherencia de un personaje ampliamente conocido, pero nunca investigado tan a fondo.
La serie no decepciona en ningún momento, las actuaciones (María Fernanda Yepes es una Anel muy verosímil, hasta el acento lo hace bien, Itati Cantoral, Rosa María Bianchi y todo el elenco maravilloso) los escenarios, la banda sonora, el vestuario, la fotografía y la puesta en escena en términos generales es impecable, salvo por algunos errores temporales en cuanto a las fechas de publicación de algunas canciones e incluso discos.
“El príncipe de la canción” es un producto de calidad, un homenaje merecido a quien quizás es el más grande cantante romántico de habla hispana.
¿Lo mejor de esta ficción? El conocimiento que nos brinda sobre el carácter del artista, la forma en que nos ayuda a comprender su espíritu romántico, ese que muchas veces ha estado a punto de destruirlo.
@luisauguetol