Nueva York sin salida (2019) está actualmente en cartelera
Los títulos son importantes porque ayudan a definir y dan sentido a las historias que se cuentan en el cine. Ese empeño en cambiarle el nombre a los largometrajes algunas veces los perjudica. Los hace ver tontos. Este es uno de esos casos, seguramente muchos dejarán de ver esta película debido al título anodino que le pusieron para exhibirla en las salas de América Latina.
Su póster promocional tampoco ayuda: un hombre armado, una explosión. Cualquiera diría que es el típico filme de acción gringo donde los buenos siempre ganan. Cualquiera lo pensaría y aunque de algún modo tendrían razón, esta cinta es por sobre todas las cosas una propuesta que llega para enriquecer un género que creíamos muerto o casi agonizante.
El género de acción vivió su mejor época en los 90’s, desde hace al menos veinte años sufre un estancamiento que (con contadas excepciones) ha impedido la realización de cintas notables.
Afortunadamente Nueva York sin salida o 21 Bridges (2019) en su título original, no es lo que parece. Tras el envoltorio de cinta palomitera e intrascendentalde balas, persecuciones, buenos y malos hay mucho más. El largometraje protagonizado por Chadwick Boseman, J.K. Simmons y Sienna Miller te hará creer que el género de acción todavía tiene mucho que ofrecer sobre todo si se construye en base a planteamientos que, además de los efectos especiales, los muertos y las persecuciones, tienen alguna idea que ofrecer, por más mínima que parezca.
Las ideas enriquecen el guion de las películas. Así diga tonterías el mejor cine es siempre el que reflexiona sobre algo, el que quiere mostrarte un pensamiento.
Al estilo de las viejas películas de los años 90’s, esta cinta mezcla personajes creíbles, acción y un argumento notable para crear un relato con el que puedes involucrarte.
Con un desarrollo dinámico el largometraje te hace parte de la historia desde el primer minuto cuando intentarás descubrir las intenciones de los personajes. Precisamente este aspecto cobra relevancia en la película: los protagonistas tienen un carácter definido, una historia personal y un pasado que aunque se cuenta brevemente será suficiente para hacerlos verosímiles.
Como si se tratase de una cinta de Antoine Fuqua (Día de entrenamiento, The Equalizer, Brooklyn’s Finest), en Nueva York sin salida hay un buen equilibrio entre acción y contenido. Importa lo que sucede, pero sobre todo lo que está detrás de aquello que sucede.
Esta cinta dirigida por Brian Kirk sigue muy bien la tradición (sin proponer nada nuevo) del género de acción, tan eficiente para ayudarte a descargar tensiones y vaciar la cabeza de tus ideas más complejas.
La música y el paisaje que se recrean son dos elementos que resguardan la producción, ambas son también protagonistas de la historia. Sobre todo la primera, varias tomas abiertas y minuciosas nos muestran un Nueva York conflictivo y seductor a la vez.
El joven Chadwick Boseman resuelve muy bien creando un personaje que deja su huella, es imposible no creerle, aunque en ocasiones sus planteamientos podrían parecer absurdos.
@Luisauguetol