La nueva película de Pascal Laugier que se encuentra en Cartelera, es una pequeña obra de arte del género de terror
Nunca una película fue titulada en español de un modo más equivocado. Pesadilla en el infierno, como ha sido llamada en nuestro idioma la última película de Pascal Laugier, nada tiene que ver con ese título elemental y facilista. Por el contrario, aunque lo que se vive es en efecto una pesadilla, la película no es una más del montón.
Hacía mucho tiempo que una cinta no me engañaba del modo en que esta lo hace, aquí el director (que también es quien la escribe) finge contarte una historia para luego cambiar totalmente tus parámetros y a diferencia de otros, logra sorprenderte.
No importa lo que dice la sinopsis de Ghostland, en su título original, no tiene mucho que ver con la historia que tendrás frente a tus ojos durante casi dos horas. La película, que es un caos donde todo finalmente encaja, te lleva a su propio territorio haciéndote ver que la realidad muchas veces tiene no una dimensión sino varias.
En esas diferentes dimensiones te moverás cuando estés dentro del filme donde la sorpresa no te permitirá pestañear ni adivinar lo que viene a continuación.
El poder de la imaginación, la necesidad de encontrar un lugar en tu mente para tratar de comprender o equilibrar los propios deseos insatisfechos son algunos temas que aparecen como base de la acción y la historia principal por la que tienen que atravesar los personajes.
El género de terror es quizás uno de los más difíciles de hacer, ya que para asustar y también para hacer reír (y por eso la comedia es otro género complejo) hace falta innovar, sorprender, contar una historia sin que suene a cuento repetido y sin gracia.
Pascal Laugier no solamente logra que su película se encuentre muy por encima de las cintas de terror estrenadas este año, debido a la frescura de sus planteamientos, al manejo del suspenso y la tensión, además, como Alejandro Amenábar utiliza los miedos que todos enfrentamos (los verdaderos, los de la realidad) para darle integridad a sus personajes.
Y en esta cinta esto es clave, ya que si hay algo por lo que destaca esta producción Canadiense/Francesa es por el desarrollo de los personajes que dejan de ser un simple arquetipo (como en la mayoría de las películas de terror) para ser personas con una profundidad y una historia. Al menos esto sucede con la protagonista principal, Beth.
La mezcla de suspenso y terror psicológico es lo que hace perfecta esta cinta que no te asusta por su fantasía, te da miedo porque quizás sabes (cuando la estás viendo lo sabes) que en la realidad funciona de un modo similar: vivimos con monstruos que no debemos evadir, es preciso enfrentarlos para salir adelante.
@luisauguetol