| · Nombre de la TV: | Carlos Omaña |
| · Nombre de la vida: | Carlos Omaña Cartaya |
| · Para la vida, nació el: | 11 de Noviembre, 1943 (Caracas, Venezuela) |
| · Para la TV, nació en: | Radio Caracas Televisión, RCTV |
| · Principal logro dentro de la TV: | Actor |
| · Actuó para Venezuela (y el mundo) en: | Por estas calles (RCTV, 1992-1994) – Amor mío (Venevisión, 1997) – Lejana como el viento (Venevisión, 2002) |
| · Actuó para el mundo: | Principalmente en el mundo del doblaje. Su voz ha sido la que ha traído al castellano personajes de telenovelas brasileñas (La reina de la chatarra – Renato Maia / Vale todo – Rubens) y de películas estadounidenses (Batman del futuro, el regreso del guasón – Tim Drake /Beetlejuice, el súper fantasma – Maxie Dean), entre otras producciones |
| · Actuaciones fuera de la TV: | Radio: Inspirado por José Luís Zarzalejo (reconocido director de radio y televisión de ese entonces), comienza a actuar en las novelas de Radio Rumbos, bajo la dirección y producción del célebre productor de dramáticos Arquímedes Rivero, labor que continúa en radionovelas de Radio Continente y Radio Difusora Venezuela
Teatro: De la mano de Ricardo Acosta, Román Chalbaud, José Ignacio Cabrujas y Humberto García, completó estudios de teatro en laCasa De La Cultura de Artigas (Caracas) y en el antiguo Ateneo De Caracas. Actualmente: Productor radial y locutor de Radio Nacional De Venezuela |
| · Producciones propias: | Con su empresa Virus en contacto televisión se dedicó por 14 años al servicio docente en la formación de jóvenes actores en el lenguaje televisivo, tanto para Venevisión, como para RCTV. |
| · Reconocimientos y premios: | Sobre sus reconocimientos, nuestro invitado de hoy nos dice: “Durante mis años de labor profesional en la actuación, llegue a recibir numerosos reconocimientos que, con toda humildad, siempre sabré agradecer humanamente; pero ya en mi condición de cristiano evangélico, pude comprender entonces que la vanidad solo sirve para nada, y todos esos premios alcanzados finalizaron en el depósito del olvido. Solo conservo una pequeña placa de reconocimiento por un trabajo actoral de hace unos años, junto a la maravillosa actriz Flor Núñez cuyo premio fue recibido en mi nombre en la ciudad de Mérida, por el compañero César Miguel Rondón y por el recordado y célebre director de televisión Juan Lamata (padre)” |
| · Algo más, además de la televisión: | Técnico aferidor en electrónica |
Preguntas, respuestas, entrevistas… ¡Acción!
¿Cómo fue tu primer contacto con la televisión? ¿Cuáles eran tus programas favoritos?
Fue accidental, y mi curiosidad hizo el resto. Mis programas favoritos de aquella época eran culturales y deportivos, y de entretenimiento, como El circo Toddy y Niño, dibuja con Félix.
¿Cuándo descubriste tu pasión por la actuación, y tu deseo de hacer una profesión o carrera, dentro de la Televisión Venezolana?
Cuando la curiosidad juvenil comenzó a intranquilizarme; me abracé del arte, y la observación auditiva y visual tomaron mí atención.
¿Cómo llegaste a la televisión venezolana?
Llegué en Taxi (risas) y de la mano de un gran hombre de radio y televisión: José Luís Zarzalejo
¿Cómo fue ese primer momento ‘en el aire’, ese primer minuto en televisión?
Fue una experiencia confusa y traumática, para mi corta edad, pero también inolvidable, por el apoyo de quienes me rodearon con afecto y cariño. Comencé a trabajar en TV solo cuando ellos me dejaron (risas), lo hice como muchacho de mandados, pero con responsabilidad.
¿Quiénes han sido tus influencias, y tus maestros, en tu paso por la TV?
Fui influenciado por personas como mi padre, Macario Omaña, reportero y fotógrafo del desaparecido diario La Esfera; por José Luís Zarzalejo, Román Chalbaud, José Ignacio Cabrujas, Arquímedes Rivero, Humberto García, entre tantos otros importantes hombres de radio, teatro, cine y televisión. Cada uno de ellos estaba cimentado sobre una base sólida, no de fama, sino de prestigio profesional.
¿Qué ha sido lo más fácil de hacer, dentro de tu carrera en la televisión venezolana?
Lo más fácil para mí fue ‘hacer el ridículo’, por falta de experiencia, en ese enmarañado mundo de la televisión.
¿Qué ha sido lo más difícil de hacer, dentro de tu carrera en la televisión venezolana?
Lo más difícil fue adaptarme al sistema de orden, respeto y disciplina, que reinaba en la televisión de entonces.
¿Qué es lo mejor que tiene la televisión venezolana?
Actualmente, nuestra televisión carece de principios y valores, y está inundada por vicios acumulados que no se adecentaron a tiempo; por lo tanto, el calificativo Mejor no se le puede ubicar por ningún lado; y es que la televisión que se maneja hasta ahora, está determinada por caducos e indecentes conceptos capitalistas, y no bajo una óptica de sano entretenimiento, cultural y educativo.
¿Qué es lo que debe mejorar la televisión venezolana?
Lo que hay que mejorar no es la televisión, sino la mentalidad enfermiza de quienes tienen en sus manos el negocio de la televisión; rescato a las televisoras del Estado, como TVES y VTV, porque soy consciente de la lucha que mantienen a tiempo completo, por lograr una televisión ajustada y adaptada a los cambios, y a los tiempos que están por venir.
¿Cómo ves la televisión venezolana en el futuro?
En este tiempo, no puedo imaginar el futuro de la televisión actual, porque su presente es caótico en su contenido, y su pasado la mantiene en letargo, solo por oscuros intereses personales y económicos.
¿Qué mensaje tienes para todas y todos aquellos que desean hacer una carrera, como tú la has hecho, dentro de nuestra televisión?
Sería una irresponsabilidad de mi parte aconsejar hacer carrera televisiva, cuando las empresas y productoras privadas del medio no brindan condiciones favorables de respeto, justicia laboral, y amor por esta noble profesión.
Muchas gracias por esta biografía, finalmente: ¿Qué mensaje, y aporte, tienes para tu público, y para las y los televidentes, usuarios, o usuarias?
Mi aporte como miembro activo del medio radial y televisivo, se orienta solo hacia la consideración y respeto que todos los usuarios y usuarias merecen, por ser pilares fundamentales que soportan todo material comunicacional que se les oferta, para su consumo.