Los acontecimiento ocurrieron cuando todavía faltaba más de una década para finalizar el siglo XX. Fue el Comandante Hugo Chávez, siendo presidente de la República Bolivariana de Venezuela, quien sentenció que el año 1989 marcó el verdadero comienzo del siglo XXI.
El líder se refería a que la rebelión popular que adquirió rango de Comuna y se produjo en la ciudad de Caracas, identificada por imposición comunicacional como Caracazo, tenía la verdadera magnitud de un sacudón social, económico y epistemológico que fracturó la historia, el dominio y la hegemonía del capital.
Cuando han transcurrido 31 años de aquella fecha en la que un pueblo, de alma rebelde y proletaria, miró firmemente a los ojos de los amos del mundo y les dijo, con acciones y sin titubeos, que su neoliberalismo aquí ¡No pasará! es momento de reivindicar aquellos hechos como el comienzo definitivo de los nuevos tiempos, de la Patria socialista, pero también del mundo multipolar, independiente y en libertad.
La Revolución Bolivariana, como proyecto también zamorista (por Ezequiel Zamora) y robinsoniano (por Samuel Robinson: Simón Rodríguez) es la expresión más acabada de la concresión política, social y económica de la cosmovisión que estuvo implícita en la prefiguración de Comuna del 27f y días subsiguientes de aquel 1989, año de inicio del siglo XXI, siglo de la libertad y definitiva independencia de los pueblos oprimidos del mundo.
Chávez tenía razón, nos lo dijo y, con su liderazgo nos indicó el camino de emancipación a seguir. Nos corresponde a nosotros continuar la obra, no dejar de luchar, ser conscientes y perseverantes hasta la victoria final.
Ilustración: Iván Lira