Muchos venezolanos, en este caso los caraqueños, estamos cada vez más jodidos con el transporte. Unos porque cobran los que se les da la gana y el otro porque cada vez presta un mal servicio.
El primero a costa que los repuestos y lubricantes están por las nubes, pretende cobrar según la inflación, y el otro, que debería ser como lo dice su eslogan “la solución para Caracas”, no es más que otro obstáculo para los que pretende usarlo, porque no sale de un retraso, de un problema eléctrico, de un arrollamiento, de vagones tipo “sauna” con cataratas incluidas, porque además de que no sirven o no ponen a funcionar los aires acondicionados, estos dejan caer el agua acumulada en su interior, refrescando a más de un acalorado. ¿Será que no le hacen mantenimiento? Agregándole la inseguridad y los vendedores ambulantes que, sin importarles que tan full estén los vagones, se escudriñan entre pecho y espalda, nalgas y genitales de los usuarios.
Pero en fin… resulta ser que los interesados en ganar la alcaldía de la capital en los comicios electorales de este domingo, ha hablado sobre qué sucederá con el “pasaje del transporte”, pareciera ser un misterio el tema. Una candidata, que apoya su campaña en los recursos del Estado, y que ya se parece a ‘Droopy’ (porque en todos lados aparece) ya salió dándoles recursos a los transportistas para solucionar los que según ellos demandan: cauchos, baterías y lubricantes. Pero se le olvidó preguntarles si dándole estos recursos seguirán cobrando el pasaje ilegal, osea los que les da la gana pues. Es eslogan de la Misión Transporte dice que “es de todos los venezolanos”, pero creo que es solo de los venezolanos que se dedican a la profesión de transportistas porque del usuario común no es ni po’el coño.
Ahora le dio por colocar unos camiones muy parecidos a los que conocemos como la “jaula”, cosa que se le agradece por tratar de solucionar el peo del transporte, pero coño, ¿no se supone que tenemos una fábrica de autobuses? ¿No se supone que la idea es dignificar la vida del venezolano? ¿No es mejor crear líneas públicas con esos transportes fabricados de la misma mano venezolana? Lo que creo es que más fácil echarle la culpa a la falta de repuestos y de la inflación al imperio y sus sanciones, cosa que no es mentira, pero verga creo que también la mala gestión y la falta de autoridad tiene su responsabilidad.
Los otros candidatos, solo lo que hacen es criticar la gestión de los anteriores y basarse en los problemas que actualmente nos afectan, pero… no he visto ningún plan de gobierno. Por ejemplo: qué van hacer con los bachaqueros (que creo que el único que se atreve hablar de esto es el gobernador de Carabobo Rafael Lacava), con la policía municipal (que solo hace su trabajo con la gente común, menos con los delincuentes), con la basura menos (que por cierto ya las moscas son parte de la familia venezolana).
La ruta de MetroBus del sector Casalta II, en Propatria, tiene ya 15 días suspendida debido a las malas condiciones de las calles por donde circula. Mientras tanto, los profesionales del volante y expertos en aumentos del pasaje ilegal de esta zona del oeste de Caracas, aprovechan para hacer su diciembre (porque ya agosto pasó) con los usuarios. ¿La candidata y los otros candidatos al municipio capitalino sabrán esto? Si el sistema de MetroBus pertenece al Metro de Caracas y este a su vez es un ente adscrito al Ministerio de Transporte, y la alcaldía es la encargada de asfaltar las calles, ¿dónde queda la relación institucional para proteger al pueblo? Por eso digo que la Misión Transporte es solo para los transportistas porque para el usuario es la “Misión patica pa´ que te tengo”.
Para colmo, ahora el nuevo “modus operandi” de los transportistas consentidos de la casa, es que en su ruta establecida realizan varias paradas con el objeto de cobrar hasta 6 pasajes o más en una misma ruta. “Llego hasta la Plaza Catia”, “llego hasta El Silencio”, ”llego hasta Artigas” , después que se baja todo el mundo ¡el hijo de la gran camioneta! unos metros más adelante se dispone a continuar su ruta, pero en esta ocasión con nuevos pasajeros y por ende con un nuevo fajo de pasajes que de paso es ilegal.
Pero bueno, aquí seguimos dándonos coñazos entre uno y otro, y el domingo sin falta a votar. Por cierto ¿habrá un transportista que sea candidato a la alcaldía? No vaya ser que gane y termine institucionalizando el ‘transporte privado para el público’, vaina que denuncié en la pasada columna.