Hay una opinión que es común a un pueblo o a una parte del pueblo. Cuando el mismo se expresa en las urnas o cuando sale a manifestar. Pero, ¿esa opinión no está manipulada por los medios de comunicación masiva? o ¿la gente solamente lee lo que cree sin criticar, reafirmando sus propias creencias?
Manipular la opinión pública también es una forma de gobernar. Desde los medios de difusión masivos se encausa una línea de información que, lleva a la opinión pública a pensar de cierta manera. El lingüista Noam Chomsky se refiere a diez maneras que los medios tienen para manipular la opinión y son:
1- Distracción: Se deben utilizar todos los medios como fútbol, básquet (la televisión española pagó a la NBA 1.500 millones de dólares por la televisación exclusiva de los partidos por cuatro años) o escándalos, todos para tapar la realidad que no se quiere mostrar.
2- Crear problemas para después solucionarlos: De esta manera se crea un héroe que viene a salvar al pueblo. Se aumentan los casos, se dan cifras inciertas de pobrezas y después drásticamente se bajan. Se habla de inseguridad todos los días en los medios (y si uno se opone es un ciego que quiere ocultar la realidad) para después no hablar más.
3- Gradualidad: Todas la medidas problemáticas o que puedan generar rechazo, se tienen que anunciar poco a poco.
4- Diferir: Toda medida que daña al pueblo, puede ser presentada como “necesaria y dolorosa” pero hablando de que traerán a futuro un bienestar que indudablemente va a llegar por las medidas que se toman.
5- Dirigirse al público como si fueran niños: Se usa un tono paternalista, se usa como si fueran los grandes protectores.
6- Sentimientos: Hablar en términos sentimentales de las noticias toca el alma del pueblo y esconde los hechos.
7- Ignorancia y mediocridad: Mantener al público con noticias que no agreguan, ni permitan hacer ejercicios mentales que permitan el desarrollo de un criterio propio.
8- Mediocridad: Ser anodino y mediocre como modelo a imitar.
9- Autoculpabilidad: Hacer creer que todo lo que pasa es por culpa del público mismo que no sabe elegir, que no tiene derecho a protestar y que se tiene que hacer cargo de todo lo que pasa.
10- Conocer a los individuos mejor que ellos mismos: La ciencia al servicio de los medios y del poder, que permite poseer conocimientos que el general el individuo no tiene. A diferencia de la revolución enciclopédica que proponía la vulgarización del conocimiento, acá se lo oculta o se direcciona para el lado que se desea.
Estos puntos son seguidos por los grandes medios de difusión y por los gobiernos, para perpetrar políticas que atacan al pueblo y al individuo como tal. Parece exagerado pero, si uno lee los grandes medios de difusión masivos, se dará cuenta que son aplicados a diarios. El fútbol es utilizado como tal, quizás en reemplazo del viejo circo romano. Los escándalos de los artistas o de los mismos políticos que se emparentan con el mundo del espectáculo para obtener popularidad y voto.
Pero no toda la culpa es de los medios, podemos decir como señala Enric González, un público que no es crítico, sólo busca reafirmar su propio pensamiento en la lectura de la información. Haciendo que los medios también se afiancen en una línea de ocultamiento. Así lo afirma este periodista ante una pregunta:
Semana.com: Lo peor del periodismo son los lectores dijo una vez usted, ¿por qué?
E.G:Me refería al lector en conjunto, como público. Porque prefiere lo fácil. Porque busca confirmar sus prejuicios. Porque una sociedad educada genera de forma natural buen periodismo, y una sociedad deficientemente educada genera lo contrario.
La realidad puede ser parcializada, ocultada y hasta desdibujada para engañar a las personas y que actúen de cierta y determinada forma pero, siempre está en uno mismo ser o no conformista. Aceptar la realidad que nos muestran o buscar la propia realidad. El tema que se puede debatir es ¿cuál de las realidades es la verdadera? Quizás nunca se sepa, lo importante quizás sea que los que nos dicen podamos valorarlo y aceptarlo con un análisis y no por fe ciega. Lo importante sería tener un criterio propio, que permita analizar la realidad y no ver todo por los anteojos de los medios de comunicación.