Siempre que se pide Juicio y Castigo para los militares que participaron en la represión, se habla de la actuación de los guerrilleros y los muertos que causaron o, justifican diciendo que fue una guerra. Acá se planteará que ninguno de los argumentos justifica la tortura, la desaparición de personas y la apropiación de niños para el adoctrinamiento
En la década del ’70 las agrupaciones de izquierda formaron agrupaciones armadas para llevar la Revolución por toda Latinoamérica. En Argentina agrupaciones FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias); ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y Montoneros (la agrupación armada de la Juventud Peronista) realizaron actividades de ataque con bombas y armas a distintos objetivos militares y policiales, como así también del poder político y sindical.
Como contrapartida la derecha se agrupa y forma en 1973 la A.A.A. (Alianza Anticomunista Argentina) también como contrapartida, atacaban con armas a políticos, sindicalistas y todo aquel que tuviera ideología de izquierda entre ellos a artistas.
Fue en el año 1974 cuando el ERP instala sus fuerzas en la provincia de Tucumán, imitando a la Revolución Cubana, quieren crear una nueva Sierra Maestra. Cometiendo el mismo error que el Che en Bolivia. No contaban con un pueblo que los apoyara, ya que eran muy pocos lo que entendían y la mayoría los miraba con extrañeza y miedo.
La entonces presidente de la Nación María Isabel Martínez de Perón firma el decreto donde autoriza a las Fuerzas Armadas a realizar el Operativo Independencia. Este acto es tomado por muchos como una guerra. En realidad fue un operativo de guerrilla, ya que para que sea considerado una guerra, tienen que existir una declaración fehaciente y dos ejércitos armados. La guerrilla contaba entre ERP (1975-1976) 400 miembros entre elementos armados y logística y, Montoneros aproximadamente 450 miembros entre armados y logística. Las Fuerzas Armadas aproximadamente contaba con 5000 elementos entre Ejército, Aeronáutica, Gendarmería y fuerzas policiales.
La lucha terminó en 1977 con la declaración por parte de Videla de la derrota de las fuerzas Subversivas, con un saldo de 300 muertos y cientos de desaparecidos en la guerrilla frente a 30 muertos y 70 heridos en las Fuerzas Armadas. Más allá de la disparidad de fuerzas, se estableció por primera vez la figura del desaparecido que, como dijo Videla en una entrevista internacional el desaparecido no tiene entidad, no está ni vivo ni muerto, no está. Eso fue el detonante para que todas las Comisiones de Derechos Humanos Internacionales fijaran su objetivo en Argentina. La Identidad de las personas está dentro de la Carta de Derechos Humanos de la ONU y cualquier acto que sea contra ella es ilegal y delito de Lesa Humanidad.
Ahora bien, supongamos que hubo una mini guerra. Justifica la tortura, la desaparición de personas, la apropiación de recién nacidos. No. Los juicios de Núremberg fueron los impulsores que una guerra no implica la negación de los derechos de las personas, no pueden ser torturados, ni su identidad puede ser suprimida. En ese juicio los jerarcas nazis fueron condenados a la horca y algunos, muy pocos, a prisión.
En 1976 el gobierno Peronista es derrocado por las Fuerzas Armadas, el Congreso de la Nación es suprimido, quedando la CAL (Cámara Asesora Legislativa) y removió a todos los miembros de la Corte Suprema. De los tres poderes quedó uno solo, el Ejecutivo. Videla asume como presidente y Masera y Agosti, secundándolo.
Fue Massera que en una entrevista dijo que iban a desaparecer tres generaciones de políticos opositores: Padre, hijos y nietos que iban a ser reeducados en doctrinas afines.
Y cumplieron con ese plan. La personas y, aquí empieza la ilegalidad, políticos, sindicalistas, dirigentes sociales, monjas, curas eran secuestrados y su cuerpo nunca más encontrado. Las Fuerzas Armadas que contaban con todo el peso de la ley, prefirieron actuar fuera de la ley, ¿por qué? Por la sencilla razón que la mayoría de los desaparecidos no estaban en la lucha armada, ya la lucha armada había finalizado solamente era para que tres generaciones de políticos opositores desaparecieran.
Había otra opción, sí. Italia dio el ejemplo con los juicios a las Brigadas Rojas. En tres juicios fueron juzgados y condenados aproximadamente 300 guerrilleros por el secuestro de Aldo Moro y otros hechos de violencia. No desaparecieron, no fueron torturados ni sus hijos nacieron en cautiverio y fueron dados en adopción. ¿Por qué las Fuerzas Armadas no juzgaron, si tenían hasta el poder de declarar la pena de muerte? Poque sabían que muchos de los desaparecidos tenían como única causa para su desaparición su ideología y el trabajo por los pobres.
Por eso es que se juzga y castiga a las Fuerzas Armadas, porque actuaron fuera de la ley, porque a pesar de que tenían todo el poder, suprimieron identidad de personas, creando la figura del desaparecido y a sus hijos dándolos en adopción. Esa es la causa por la que se pide Juicio y Castigo sin beneficios sin redención.