El gobierno de Argentina anunció una serie de cambios que van a traer la reforma que conllevarán a la mejoras que todos queremos pero (por qué siempre hay un pero) ¿son tan profundos los cambios? o ¿son simplemente reformas sectoriales para que todo siga igual?
Cobrar impuestos es la forma que el estado tiene para recaudar dinero y, de esa manera poder cumplir su función. No se pretende hacer un análisis exhaustivo de los impuestos, valga mencionar que el destino de los impuestos son los denominados Fiscales, a todos los impuestos que el estado recauda y la plata se utiliza, en forma indirecta, acumula y distribuye, para beneficios públicos. Extra fiscales, son aquellos que benefician en forma directa, como por ejemplo impuestos a las bebidas, juego o tabaco. Mixto que combinan los dos impuestos.
En Argentina existen impuestos nacionales, provinciales y municipales. Cada cual con tributaciones distintas. Pero ¿por qué tantos impuestos? El ente recaudador por excelencia es el estado Nacional, él cobra los impuestos de mayor recaudación y estos son divididos entre las provincias, por lo que se conoce como Coparticipación Federal, no se va explayar sobre ella. Al que le interese leer como es, lea en este documento cómo están los destinos de la recaudación impositiva al 30/09/2017. La recaudación como se ve en ese documento se reparte entre las provincias, CABA (en forma separada en algunos impuestos) y ANSES. Además de quedarse con fondos de los tres tipos para sí mismo.
Los impuestos son, en su mayoría, como se dijo con anterioridad, para obras públicas y para sostener la función del estado el cual asegura el beneficio de la población. Salud, Educación, Justicia y Seguridad son las áreas que el estado debe sostener. El estado Nacional desde hace décadas, alegando una mejora en los servicios ha ido delegando estas funciones a las provincias, quedándose solo con algunas reparticiones que cumplen dicha función. Pero la coparticipación no creció de igual manera, las provincias tienen más erogaciones con la misma o menor entrada por impuestos coparticipables. ¿Cómo hace para sostener esas nuevas prestaciones? Crear más impuestos. Y la cadena continúa con los Municipios.
El estado Argentino también recauda lo que se tributa a las exportaciones e importaciones, pero no se coparticipa. El impuesto al derecho de Exportación va destinado en su totalidad al Tesoro Nacional. Este impuesto que en algunos casos fue anulado (Minería – Granos, salvo la soja que continúa en un 30%), es el impuesto en que mayor participación tienen las provincias suministrando la materia prima, a partir de lo que se conoce como economías regionales.
¿Por qué no se coparticipa lo que ingresa por aduana? La Aduana Argentina ha sido y es la gran suministradora de divisas del gobierno central ¿Buenos Aires? ¿Por qué? Porque Buenos Aires tiene el único lugar donde salen la mayoría de las mercaderías del país y maneja las otras salidas, porque el contrabando siempre fue y es el ingreso más importante de nuestra aduana desde antes de 1810. Basta por ejemplo el caso Rivadavia, cuando éste pide su famoso empréstito de un millón de libras esterlinas a Inglaterra, dice que ese préstamo iba a ser pagado en tres años con la recaudación de la Aduana, ya que se estimaba un ingreso anual de alrededor de 300.000 libras esterlinas. Se demoró 147 años en pagarlo. ¿Por qué? Acaso bajó la recaudación de aduana, o aumentó el contrabando (no tributa obviamente), o se robaron la mayor parte.
Argentina adolece de un pseudo federalismo político con unitarismo económico. Eso hace que haya una tremenda desigualdad entre las provincias, también en las recaudaciones impositivas. ¿Cómo mejorar esto? No es fácil, ni barato.
– Diversificación portuaria (incluidos puertos secos). Diversificar los puntos de salida de las exportaciones, no sólo material sino en forma administrativa.
– Mejorar y crear redes tranviarias (sigue siendo el transporte de carga más barato) no solo las existentes que solamente confluyen hacia Buenos Aires, sino entre las provincias.
– Crear un Consejo Nacional de Coparticipación, donde estén representadas todas las provincias de igual manera y, que sean los que decidan los porcentajes de la misma.
Si existiese una mejor distribución de los impuestos, las provincias y los municipios no tendrían que crear tantos impuestos para sostenerse y sostener las obras, salud, educación, justicia y seguridad.
Pero con esto no alcanza, ahora viene la pregunta del millón, ¿El estado distribuye bien lo recaudado, es decir, el estado gasta bien lo que recauda?
La respuesta es muy larga, y vendrá en el próximo artículo.