Recientemente fue puesto a circular la copia de su documento atribuido a la directiva del monstruo comunicacional mexicano, Televisa, del que llama la atención las órdenes emitidas contra la figura del presidente electo por el conglomerado azteca, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La esencia del papel está dirigida a opacar su imagen, y reforzar la del aún Jefe de Estado, el derechista, Enrique Peña Nieto.
Aunque la veracidad del informe que estaría dirigido a la periodista Martha Debayle está en discusión, no deja de facilitar consideraciones para preguntarse hasta dónde la gestión del nuevo mandatario estará libre de presiones de cualquier naturaleza. México, como Venezuela y el grueso de las naciones que en cualquier latitud haya decidido su destino sobre la base de la soberanía y la autodeterminación, no está exenta a presiones que puedan ser impulsadas desde ángulos particulares o colectivas para fulminar tan válida aspiración humana.
AMLO, como se conoce al triunfador de los comicios de julio, también deberá sortear el escollo de lo que en su país se denomina la “minoría rapaz”, denominación dada a aquel grupo que concentra el gran capital del país hermano. Muestra de ello, es la audacia con la que debió reaccionar ante los cuestionamientos generados por parte de esos sectores luego de la consulta popular a la que sometió la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en el municipio de Texcoco, estado de México. Con claridad meridiana, les refutó la condena de fraude que intentaron endilgarle a su iniciativa, sobre la obra de 13 mil millones de dólares. A primera vista, parece haber quedado la impresión de que, al menos en esta ocasión, logró derrotar la saña de la que fue objeto y que nunca antes se desplegó contra los desaguisados de organizaciones como el partido PRI.
Una nueva consulta popular prevista para los días 24 y 25 de noviembre, está prevista en la nación. Se trata ahora de tomar el pulso ciudadano al Tren Maya, el primer “gran proyecto de infraestructura de su Gobierno, una vía de ferrocarril de 1.500 kilómetros de longitud cuyo objetivo principal será impulsar la economía del deprimido sureste mexicano, permitiendo que (…) lleve turistas y mercancía a ese rincón del país”, señala el portal www.dw.com.
¿Saldrá bien librado en esta ocasión?