Interesante lo que está ocurriendo alrededor de la empresa Colgate Palmolive Co. Muy interesante, diría. Demasiado interesante. Inmensamente interesante.
De acuerdo a un alerta sanitaria del Instituto de Higiene Rafael Rangel, fechada el 8 de agosto, en diferentes establecimientos se expenden tubos de pasta dental con atractivas presentaciones que de acuerdo al comunicado referido, presentan contaminación microbiológica.
Lo que no revela el remitido, y no tendría por qué hacerlo, es que los productos cuestionados se ofrecen a un precio mucho menor al “original”. Pero lo que sí deja en claro, es que se conoció del asunto gracias a “una denuncia por parte de la empresa Colgate Palmolive Co.”.
Aquí viene lo interesante de la reflexión que a su vez motiva algunas preguntas: ¿realmente a la multinacional le preocupa la salud bucal del pueblo? De ser así, ¿por qué los PVP de sus productos forman parte de la guerra económica de la que nos defendemos adquiriendo acabados artesanales, que en diversas ocasiones nos han librado de desesperados momentos de higiene?
Algo más: ¿cómo explica ahora –a estas alturas-, Colgate Palmolive Co. la “sorpresiva” desaparición de sus derivados en los momentos iniciales de la mencionada guerra? ¿cómo demuestra que tan “súbita” desaparición, escases o disminución en la oferta respondió a la oferta y demanda y no al juego subversivo contra la paz?
Aún estamos en guerra, ¿cierto? Entonces ¿cómo es que en medio del conflicto, Colgate Palmolive Co. sí está ahora en capacidad de garantizar que los anaqueles estén copados hasta el techo?
¿Saben qué sería igualmente atractivo? Tener acceso al libro de ingresos de esa multinacional. No debería extrañarnos que por esos lares ande la cosa. ¿Será que los “fascímiles” le están roncando en la caja registradora?
Lo digo con el corazón en la mano: así sea verídico lo de la contaminación microbiológica o la nula carga de fluor de los tubos dentales de la “competencia”, tengo razones para no creer en la “preocupación” de esa conocida casa comercial. Es más, yo invito a pensar en el grado de responsabilidad que Colgate Palmolive Co. tiene en la salud bucal de nuestra población, si esto último se está configurando verdaderamente en un problema de alerta sanitaria.
¡Chávez vive…la lucha sigue!