Por: Heryck Rangel Hernández
Durante las últimas semanas el crecimiento sostenido de la cota del Gurí llevó a las autoridades del Gobierno Nacional a suspender el denominado Plan de Administración de Cargas, que se aplicó como medida preventiva para evitar el colapso de la generación hidroeléctrica en nuestro país.
Sin duda alguna, las restricciones temporales del servicio eléctrico, pese a los malestares puntuales que generó, contribuyó a mantener los niveles del embalse de Gurí, que garantiza la generación de aproximadamente el 60% de la electricidad del país.
Según cifras de la Comisión de Integración Energética (CIER) Venezuela es el país con mayor consumo de energía eléctrica per cápita en Latinoamérica, una realidad que en vez de enorgullecernos, debe llamar la atención sobre los patrones de consumo que instaló el modelo rentista en nuestra sociedad.
Superadas las circunstancias climáticas que pusieron en riesgo la generación eléctrica en nuestro país, corresponde ahora a la ciudadanía, tomar medidas para contribuir al ahorro energético. Debemos construir una nueva matriz de consumo, que sea más responsable con el Planeta.
Para ahorrar basta con adquirir hábitos:
- Apagar las luces que no sean necesarias.
- Si se dispone de la opción abrir ventanas y emplear la luz natural en lugar de la artificial.
- Desconectar los cargadores, cuando no se estén usando.
- Mantener bien cerrada la puerta de la nevera.
- Planificar los lavados, de tal forma que cada lavado tenga su máxima carga.
Otra acción fundamental es reforestar, los árboles refrescan la ciudad, dándoles sombra a nuestros hogares y calles, interrumpiendo las “islas de calor” y liberando vapor de agua al aire a través de sus hojas.
Como dijo Nelson Mandela “Todo parece imposible, hasta que se hace”. Asumamos el ahorro energético como compromiso ciudadano. Empecemos por casa.