Científicos de Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han demostrado que el corazón reacciona al infarto de una manera muy diferente a como se pensaba hasta el momento.
Hasta este trabajo, se daba por hecho que inmediatamente tras un infarto se producía una reacción edematosa (incremento del contenido de agua y células inflamatorias) en el tejido infartado y que esta permanecía estable durante al menos una semana con una posterior desaparición progresiva.
El equipo de investigadores, liderados por los cardiólogos Borja Ibáñez y Valentín Fuster, ha hecho uso de la tecnología de imagen más avanzada para demostrar que este dogma clásico es incorrecto y el corazón se activa con dos reacciones edematosas muy bien diferenciadas y separadas en el tiempo.
Este estudio tiene implicaciones clínicas inmediatas que afectan no solo a ensayos clínicos en marcha, sino a futuros estudios que puedan enfocarse en la modulación y posible tratamiento de estas dos reacciones independientes.
Inicialmente observaron que esta reacción inflamatoria era detectada de manera muy diferente en función del día postinfarto en el que se realizaba el estudio. Como comenta Ibáñez, investigador principal del estudio, “entonces atribuimos estas diferencias a problemas técnicos de la implementación de estas secuencias nuevas de resonancia magnética, ya que el dogma establecido de la reacción del corazón tras un infarto dictaba que ésta debía ser estable durante al menos 10 días”.
Desde la Plaza/SINC/AMH