A un lado de la red está una (o un, las menos veces) trabajadora del sexo. Al otro, una experta de Hetaira: una psicóloga, una trabajadora social o una mujer con experiencia en ese mismo trabajo.
El chat que les permite comunicarse es anónimo y confidencial, una conversación a dos en la que la primera pregunta, o cuenta alguna experiencia, según los casos y las necesidades, y la otra intenta dar respuesta, ayudar o, simplemente, escuchar. Se trata de una herramienta pionera en España aunque con larga implantación en países como Finlandia, que hace posible, sobre todo, romper el aislamiento de aquellas mujeres que tienen poco o difícil contacto con las organizaciones que operan en este ámbito e, incluso, con sus propias compañeras.
«Está dirigido a todos los trabajadores del sexo, pero especialmente a quienes hacen sus contactos a través de internet, bien poniendo anuncios en portales o bien promocionándose a través de un blog. Eso les permite tener independencia y cierta confidencialidad a la hora de, por ejemplo, poner fotos en las que no se les reconozca, pero al tiempo hace que su trabajo sea muy solitario», explica Elisa Arenas, coordinadora de esta iniciativa -denominada Chat Indoors- y una de esas personas que se sientan a «este» lado del chat. Arenas añade algo que desde hace tiempo se reitera en organizaciones como Hetaira: «El estigma de la prostitución hace que se realice a escondidas. Hay falta de información, de espacios donde compartir experiencias, dudas».
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=C2rF4hwaXWI&w=560&h=315]Desde la Plaza/El Confidencial/AMH