Según el sacerdote mexicano Alejandro Solalinde, activista y defensor de los derechos humanos, los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre fueron asesinados. Los testigos de la tragedia no quieren denunciar porque temen ser los siguientes.
Algunos de los alumnos desaparecidos este 26 de septiembre tras una protesta en la ciudad de Iguala estando heridos fueron quemados vivos, ha afirmado el clérigo en el marco de una rueda de prensa convocada por el Centro Prodh, informa EFE.
El trágico destino de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fue revelado al sacerdote por testigos directos de los hechos, según afirmó. El clérigo aclaró que desconoce el lugar de la supuesta masacre y que sus fuentes están aterrorizadas hasta tal punto que no quieren ir a denunciar por temor de ser las siguientes víctimas de los verdugos.
El religioso ha afirmado que si los normalistas desaparecidos estuvieran vivos no dejarían “pasar y crecer todo este problema, sabiendo la reacción nacional e internacional que tenemos”. El silencio de los alumnos es la mejor prueba de que ellos ya no viven, cree el sacerdote.
Alejandro Solalinde también ha asegurado que el gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, está al corriente de esos hechos. Por otro lado, Sidronio Casarrubias Salgado, el líder del grupo criminal Guerreros Unidos detenido el viernes, dice que él no ordenó la agresión contra los jóvenes, pero aclara que sí que le informaron de ello.
El titular de la Procuraduría General de la República de México, Jesús Murillo Karam, no ha dado más detalles del interrogatorio policial para no afectar la investigación. Por ahora las autoridades han detenido a 36 policías (tanto en Iguala como en una localidad vecina), así como a 17 presuntos miembros del cártel.
El anuncio se produjo horas después de que miles de manifestantes volvieran a salir a las calles, esta vez en Acapulco, para exigir el retorno de los estudiantes.
Desde La Plaza / RT / JT