Los científicos norteamericanos Eric Betzig y William E. Moerner y el alemán Stephan W. Hell han recibido el Premio Nobel de Física 2014 por el desarrollo de la nanoscopia. Sus investigaciones han superando las limitaciones del microscopio de luz, haciendo posible la microscopia óptica en la nanodimensión.
Durante mucho tiempo, la microscopía óptica estuvo condicionada por una supuesta limitación: nunca podría obtener una mejor resolución que la mitad de la longitud de onda de la luz. Con la ayuda de moléculas fluorescentes, los laureados con el Nobel de Química 2014 eludió ingeniosamente esta limitación, destaca el jurado en un comunicado.
En lo que se conoce como nanoscopía, los científicos visualizan las vías de las partículas individuales dentro de las células vivas. Pueden ver cómo las moléculas crean una sinapsis entre las células nerviosas en el cerebro; pueden rastrear las proteínas implicadas en el Parkinson, el Alzheimer o la enfermedad de Huntington, mientras se agregan; o siguen proteínas individuales en los huevos fertilizados mientras estos se dividen en embriones.
Era obvio que los científicos deben siempre ser capaces de estudiar las células vivas en el detalle molecular más pequeño. En 1873, el microscopista Ernst Abbe estipuló un límite físico para la resolución máxima de la microscopía óptica tradicional: nunca podría llegar a ser mejor que 0,2 micrómetros.
Desde la Plaza/Ciencia Plus/AMH