Miles son los estudios y las razones que existen para explicar por qué se producen las infidelidades. El misterio que entraña esta traición es un aspecto que siempre ha llamado poderosamente la atención no solo a los propios afectados, sino también a sociólogos y científicos, que quizá ven en esta faceta un importante rasgo del comportamiento humano.
Esta precisamente ha sido la idea de un nuevo estudio realizado por la American Sociological Association que ha querido explicar los patrones de conducta de la infidelidad, aunque en este caso solo en el sexo femenino. Para su realización han seleccionado a 100 mujeres casadas, entre 35 y 45 años y usuarias activas de Ashley Madison, red social para adúlteros.
Tras ver las conversaciones con los posibles pretendientes, se dieron cuenta de dos aspectos con un notorio significado: el primero de ellos es que dos tercios de las participantes buscaban añadir pasión y romanticismo a su vida, eso sí, siempre con presencia de sexo.
El otro detalle significativo, y muy llamativo, es que la totalidad de esas mujeres no se planteaba bajo ningún concepto dejar su matrimonio, sino que tan solo pretendían encontrar una forma de añadir esa chispa que falta en su vida. Es decir, que tan solo querían dejar a un lado la monotonía sexual de su monogamia.
La realidad es que los resultados de este estudio, además de ser bastante sorprendentes,toda vez que las teorías evolucionistas, se había considerado que el comportamiento infiel era muy diferente en mujeres que en hombres, ya que ellas tienden a las relaciones más emocionales y ellos al puro acto sexual.
La idea de que la infidelidad es solo cosa de los hombres ha predominado hasta hace muy poco tiempo. En cambio, se vivía con mayor rechazo cuando procedía de las mujeres y, a lo sumo, se asociaba a una actitud más sentimental.
Es por esto, por lo que quizá estemos viviendo en el siglo XXI una nueva revolución de los comportamientos de pareja y una novedosa visión de la fidelidad en ambos sexos. La aparición de diversas redes sociales cuyo único objetivo es mantener relaciones extramatrimoniales de forma rápida y discreta puede considerarse como el inicio de la práctica de los “cuernos 2.0”.
La conclusión a partir de éstos estudios es muy tajante, ya que tiene claro que el modelo de sexo y amor con una persona para toda la vida ha fracasado. Sin embargo, esta opinión no está exenta de polémica y muchas parejas no estarán en absoluto de acuerdo con esta afirmación.
Lo que está bastante claro es que la infidelidad va a seguir existiendo en el futuro y con ella también lo harán los estudios que la intenten explicar, aunque probablemente nos dejen con las mismas dudas, o incluso más de las que se tenían antes.
Desde la Plaza/El Confidencial/AMH