Un kamikaze hizo estallar esta mañana un carro bomba cerca de una mezquita en un bazar del distrito de Urgun de la provincia de Paktika.
El ataque sucede después de que poco menos de un centenar de personas murieran en un atentado el martes. A última hora de la tarde, la oficina de la presidencia indicó que había 41 muertos, incluidos seis niños y el imán de la mezquita local, y más de 60 heridos en este atentado suicida, uno de los más sangrientos perpetrados en Afganistán en los últimos años.
«El presidente afgano condenó el ataque y añadió que este acto cometido durante el Ramadán (mes del ayuno musulmán) era imperdonable», indicó la oficina de Hamid Karzai en un comunicado.
«No sabemos cuál era el blanco, pero la explosión fue muy fuerte», dijo a la AFP Mohamad Razaq Kharoty, el jefe del distrito, y añadió que el atentado causó destrozos en decenas de comercios y de viviendas de los alrededores.
«Ya no hay sitio en los hospitales, las víctimas han sido atendidas directamente en la calle», indicó Hakimula, un testigo.
Las autoridades locales anunciaron en un primer momento que 25 personas murieron y unas 50 resultaron heridas, pero este balance se agravó durante el día.
Otras fuentes oficiales dieron balances diferentes que alcanzaban hasta los 89 muertos. El atentado es uno de los más mortíferos de los últimos meses. En octubre de 2012, durante la fiesta musulmana del sacrificio, el Aid al Adha, un atentado suicida dejó al menos 42 muertos en una mezquita del norte de Afganistán.
Desde la Plaza/AFP/ AMH