Continúa el “caso Pistorius”. La Fiscalía sudafricana apelará la condena de seis años de prisión contra Oscar Pistorius por el asesinato de su novia Reeva Steenkamp al considerarla «espantosamente» leve.
En una decisión largamente esperada , la justicia sudafricana ha explicado que la sentencia otorgada a Psitorius por asesinato es demasiado corta, ya que la ley prevé un mínimo de 15, considerando seis años como insuficientes y que se trata de una «injusticia» que podría causar un gran «desprestigio» a la Justicia sudafricana, señala la agencia EFE.
Recordemos que el pasado 6 de julio, una jueza sentenció a Pistorius a seis años de prisión, un fallo mucho más corto que la pena mínima de 15 años establecida por la legislación sudafricana en un caso de asesinato. Y le permitiría ser liberado en libertad bajo palabra después de tres años tras las rejas.
Hace un par de años
El atleta paralímpico sudafricano, Oscar Pistorius, vomitó este lunes en plena audiencia y en repetidas ocasiones, al escuchar al forense describir la autopsia de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, a quien asesinó el pasado 14 de febrero de 2013.
Sentado en el banquillo, el acusado se cubrió la cabeza con las manos y con varios pañuelos, frotándose los ojos hasta que comenzó a vomitar, justo cuando explicaban como había quedado el cráneo de su novia tras recibir cuatro impactos de bala.
Hasta este lunes, Pitorius se había mostrado con relativa compostura y serenidad en su juicio, que comenzó el 3 de marzo en el Tribunal Superior de Pretoria y está previsto que dure hasta el 20 de marzo. Pese a haber roto en varios momentos en llanto, había escuchado los testimonios y tomado notas, que pasaba después a los abogados de la defensa.
Pistorius reconoció al inicio del proceso haber matado a tiros a su novia a través de la puerta cerrada del baño de su casa de Pretoria, aunque asegura haberla confundido con un ladrón.
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El 14 de febrero de 2013, la Policía sudafricana encuentra muerta a una mujer joven en la casa de Oscar Pistorius, en Pretoria, Sudáfrica. Tenía cuatro disparos entre la cabeza y el brazo; el competidor olímpico fue detenido.
Los agentes encontraron una pistola 9 mm e identificaron a la víctima como la novia del deportista. El arma pertenecía a Pistorius, que nunca negó su afición al tiro. Al momento de su detención alcanzó a decir que confundió a su mujer con un intruso.
Admite culpa
«Mi chica…maté a mi chica…que Dios me lleve», le habría contado el deportista en una comunicación telefónica realizada a las 4.00 am a su amigo empresario Justin Divaris. Según publicaron por eso días los medios locales, Pistorius primero llamó a Divaris y luego al número de emergencias.
Al llegar las autoridades a la escena del crimen, fue inmediatamente detenido y luego lloró en su primera aparición ante jueces en los tribunales. Su audiencia se pospuso y él siguió bajo custodia.
Pistorius fue acusado de “asesinato premeditado”, asegurando que para llevar a cabo el homicidio, debió colocarse las prótesis y caminar siete metros hasta el baño para efectuar los disparos, donde supuestamente la víctima se escondió luego de una fuerte discusión.
En la habitación donde sucedieron los hechos hallaron cajas de drogas, que supuestamente el atleta “le guardaba a un amigo”, a las que posteriormente el abogado de defensa se referiría como “sustancias no prohibidas”.
En adelante, la famosa vida de Pistorius se fue a pique. La reconocida marca de artículos deportivos “Nike” suspendió el contrato que mantenía con el corredor, al igual que otras empresas, generándole pérdidas de hasta dos millones de dólares.
Las imágenes del lugar de los hechos se revelaron poco después. Fue la cadena televisiva “Sky News” quien obtuvo la primicia de publicar las primeras fotos del baño ensangrentado. Las imágenes mostraban dos marcas de la policía en los agujeros de bala, y los restos de la sangre sobre el piso y el inodoro.
Libertad bajo fianza
El 21 de febrero de 2013, una semana después del crimen, el principal investigador del caso, Hilton Botha, fue relevado por ser acusado de asesinar a siete personas. Justo al día siguiente, con una nueva fiscal a cargo, Pistorius consigue “libertad bajo fianza”, permitiéndole permanecer fuera de la cárcel mientras la investigación seguía su curso.
Tuvo que pagar 112.000 dólares, entregar su pasaporte y las armas que poseía, abandonar la casa de Pretoria donde se cometió el crimen, y reportarse a la estación de policía local todos los lunes y viernes entre las 7:00 y las 13:00 horas.
La retención de su pasaporte no fue permanente, pues lo recuperó un mes después, además fue habilitado para volver a competir en actividades deportivas.
Imputado
El 19 de agosto de 2013, cuando la modelo Reeva Steenkamp habría cumplido 30 años de edad, Pistorius fue oficialmente imputado por asesinato. La investigación policial de más de seis meses había concluido y el proceso judicial estaba en marcha.
Pero no fue sino hasta el pasado lunes 03 de marzo, que comenzó el juicio en Tribunal Superior de Pretoria, Sudáfrica, que son trasmitidas en directos por diferentes televisoras alrededor del mundo.
“No culpable, señoría” fueron las primeras palabras del deportista de 27 años, que podría ser condenado a 25 años de prisión. Aclarando además que no es culpable de los otros cargos en su contra, entre los que figuran posesión de drogas y uso ilegal de armas.
“Gritos que helaban la sangre”
Michelle Burger, vecina de Pistorius, fue la primera de los 107 testigos que serán llamados a declarar. Dijo que oyó «gritos y disparos que helaban la sangre» la noche en que el deportista mató a su novia. «Justo después de las tres de la mañana me despertaron unos terribles gritos de mujer», afirmó.
Su balcón está a 177 metros de la casa del atleta, que vivía en la casa contigua. La mujer indicó que pudo sentir el «terror y la agonía» de la mujer que gritaba. Su esposo, Carl Johnson aportó un relato similar. El abogado de Pistorius los acusa de querer incriminar a su cliente.
La sentencia se balancea ente dos hipótesis. El juzgado tendrá que optar por la versión de Pistorius, que argumentó escuchar un ruido extraño en el baño y disparar por sentirse «vulnerable», o la de la fiscalía, que habla de una fuerte discusión y un homicidio a sangre fría que incluye un cóctel de drogas y celos.
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