En Soul un profesor de música va detrás de su sueño
La niñez es un período en que las cosas simples de la vida cobran sentido y saboreamos por completo el presente. En la infancia actuamos por instinto. No tenemos la suficiente conciencia como para racionalizar lo que nos sucede. Por esta razón, la nueva película de Disney-Pixar no está dirigida a un público infantil.
Sus planteamientos son muy complejos para que puedan ser comprendidos por niños menores de 15 años. Si a los adultos de más de treinta nos cuesta entender algunas de sus reflexiones, para los niños pueden tener mayor dificultad.
En Soul, un profesor de música (curiosamente idéntico al músico venezolano Frank Quintero) va detrás de su sueño sin descanso. Desde el inicio la historia está clara: Joe está dispuesto a todo por su amor a la música.
La película animada comienza de un modo ágil y nos permite adentrarnos en el mundo personal de este personaje cuyas circunstancias no son nada simples.
A pesar de ser muy entretenida (o quizás precisamente por eso) el largometraje sorprende al mostrarnos temas universales que a cualquier filósofo le pueden generar conmoción.
Los lindos dibujos animados, coloridos y graciosos de Disney traen consigo esta vez disertaciones sobre la muerte, el sentido de la vida y la importancia de descubrirlo. Como cualquier película medianamente inteligente el largometraje no se apresura en responder ninguna interrogante. Por el contrario, nos obliga a intentar hacerlo por nuestros propios medios (si es que podemos) y darle un sentido a la historia en cada una de sus etapas.
En Soul los acontecimientos cambian constantemente y cuando crees que comienzas a entender, sus realizadores añaden planteamientos nuevos que van haciendo la trama cada vez más compleja.
En este largometraje, a diferencia de otras películas Disney, se pone en tela de juicio esa idea que Hollywood lleva años vendiéndonos: la importancia de la búsqueda incansable de los sueños y la necesidad de vivir casi exclusivamente para lograr nuestras metas.
Hollywood a través de Disney se ha encargado de plantearnos esta idea sobre la necesidad de permanecer enfocados en eso que queremos alcanzar. La relevancia que tiene mantenernos concentrados, no distraernos, no importa qué pase. Sin embargo, en Soul, ese discurso cobra un nuevo sentido, porque propone una pregunta: ¿qué hay después de lograr tu meta más importante?
Una vez escuché decir al talentoso compositor y cantante dominicano Juan Luis Guerra que toda su vida luchó por ganarse un Grammy. Ese era su sueño. Cuando lo obtuvo la sensación de vacío fue casi insoportable.
En esta película animada algunos conceptos filosóficos muy elaborados cobran sentido debido a la simpleza de la presentación. Una sencillez que descubre gran profundidad y sobre todo una carga emocional que nos permite disfrutar de la historia hasta su impactante final.
La película es una invitación a vivir con mayúsculas, es un homenaje a la vida misma y a sus infinitas posibilidades.
@luisauguetol