Jhonny Manuel Fernández es un artista plástico muy joven que, desde el pueblo de Sanare (estado Lara), se está posicionando como un pionero en el trabajo, no solo para las redes, sino desde las redes sociales. De esta manera, Whatsapp e Instagram se convierten para él en museo y galería, pero fundamentalmente en taller, lienzo y caballete donde coloridos trazos y líneas superpuestas en todas las direcciones tratan de llamar la atención de millones de personas, dentro y fuera de Venezuela, que han preferido concentrarse en contenidos digitales efímeros y no en la trascendencia icónica que antaño se le atribuía al arte.
Jhonny Manuel ¿desde cuándo comenzaste a pintar?
Considero que el arte llegó a mi vida desde muy niño. Recuerdo que en principio comencé con “Teatro”: fueron aquellas tardes en las que, junto a mis primos y primas, montábamos obras y se las presentábamos al resto de la familia; escenarios improvisados, invención de personajes, utilería… Muy buenos tiempos, tendría yo como 8 o 9 años. Me gustaba mucho escribir los “guiones”, inventar los personajes y dirigir la obra.
Luego, en esos mismos juegos, organizamos un pequeño grupo musical para cantar aguinaldos navideños, a mí los aguinaldos siempre me gustaron mucho y aun me sigue gustando mucho la música popular y tradicional. A raíz de allí, medio aprendí a tocar el cuatro
Entre tantas experiencias artísticas ¿En qué momento te decides por la pintura?
Fue en la adolescencia definitivamente donde me incliné mas por el dibujo y la pintura. Tengo aproximadamente 10 años dibujando y pintando. Cuando me inscribí en la Universidad para estudiar Desarrollo Humano, en el Decanato de Humanidades y Artes de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”; me percaté que allí daban la licenciatura en Artes Plásticas y me interesé más por la pintura, aunque nunca me cambié de carrera.
¿Por qué entonces la pintura?
Todo el arte me gusta, todo lo cultural, simbólico, estético y artístico. También la literatura me gusta mucho, de hecho escribo poesía y de vez en cuando ensayos literarios. Pero las artes plásticas y las artes visuales me cautivaron. Darle voz al color y movimiento a través de los trazos son sensaciones que me han ido llenando durante todo este tiempo.
¿Por qué pintas?
Creo que es una necesidad de comunicar; de entablar diálogos estéticos con los otros. Todo lo que he hecho ha sido como una búsqueda. Ahora mismo pienso en lo infinito que es el arte: inagotable.
¿Qué piensas de las artes visuales hoy en día y del papel del artista o creador?
Como joven creador venezolano y latinoamericano, me inquieta mucho el devenir social de nuestro país y el de nuestros hermanos latinoamericanos. Observo y participo en la dinámica socio-política, y me documento constantemente para ir construyendo esa versión que me aligere el pesimismo y me recuerde los principios bolivarianos y socialistas: la paz, la igualdad social, la justicia social y económica -expresado en la distribución equitativa de los recursos- el desarrollo humano. Y también observo como en la dinámica diaria, a través de los medios tecnológicos emerge esta ebullición de formas y colores que encandilan y van dejando ciego a más de uno y una: la ilusión de las imágenes que reemplazan la “realidad”, las imágenes que nos reemplazan. La sobrecomunicación. La cultura del espectáculo. La plasticidad y el exorbitante consumo de imágenes que nos indigestan.
Te has caracterizado, en los últimos meses, por hacer tu trabajo desde y para las redes sociales. ¿Hay espacio para las artes plásticas en el mundo digital?
He venido estudiando el tráfico de imágenes en la dinámica de las redes sociales. Cómo en un minuto pasan a tu inconsciente un número considerable de éstas, y sobre todo cómo vemos una fotografía del dolor de la guerra, espabilas, y te consigues un meme que te distrae y te hace reír y fue lo que te quedó grabado. Sobre todo la capacidad de viralización de esas imágenes que llaman memes. El meme contiene una sátira que arranca risas, incluso de las situaciones menos esperadas. Como dice el antropólogo Adolfo Colombres, hablando de las formas de la risa, considera que esta “a menudo avanza sobre la muerte y la desgracia, como un mecanismo de compensación emocional dirigido a coagular el llanto. Se ríe para olvidar, pues la memoria y la tradición nada tienen que ver con el mundo de lo cómico” a propósito de ello, ¿me pregunto si la creación de este mecanismo de imágenes -memes- tendrá que ver con las contradicciones sociales, económicas y políticas de la crisis planetaria en curso? También me pregunto si existen personas sola y exclusivamente dedicadas a esto cual laboratorio mediático…
¿Tu trabajo plástico en las redes sociales no es un laboratorio mediático también?
Creo que las artes plásticas y visuales están atravesadas por esta dinámica de imágenes y pugnan con lo efímero y lo mediático para encontrar sentido en la sociedad. Es así que como creador veo que nuestras opciones giran en torno a hacernos de las tecnologías y de la mediática y vertiginosa velocidad del mundo simbólico, apelar a la tradición museística e institucional o tomar el espacio público de las ciudades ruidosas y contaminadas para hacer que algo irrumpa súbitamente e irradie los rostros hasta encandilar la ignominia y la fatídica existencia en algunos/as tan de moda.
Por eso actualmente he ido aprendiendo a usar estas herramientas y voy diariamente estudiando la sensibilidad de las personas con respecto a la imagen para lograr colarme en este mundo con otros contenidos estéticos.
A propósito de lo que estás haciendo ahora, ¿cuáles son tus proyectos para el 2019?
¿Alguna vez has sentido la sensación de volar? Así es precisamente como siento que será este año. Y desde mí brota irremediablemente una cascada de ganas, de sueños, es como si quisiera estallar en mil pedazos de espejos: no de tristeza, ni de nostalgia sino de euforia y de pasión por llegar a sembrar en el corazón de muchos mis trazos y mis colores y mirarme en el rostro de quien me mira transfigurándome. Voy encaminado a poblar con mi trabajo el ciberespacio con una galería virtual, así mismo está en planes montar una retrospectiva en Sanare- Lara, donde actualmente vivo y un proyecto muralista que le quiero regalar a esta ciudad. Y con la ayuda de las instituciones y de mi esfuerzo formarme con herramientas para la creación digital de contenidos multimedia -espero progresivamente poder adquirir equipos de tecnología avanzada para ello, son aspiraciones-.
Aprovecho para pedir el apoyo de todos y todas para poder ir persiguiendo el horizonte, es la misión que tenemos como generación que crea y cree en Venezuela.
Entrevista: José Leonardo Riera Bravo @JLRiera