En La mula el estilo narrativo de sus otras películas se mantiene
“Lo único que no se puede comprar es el tiempo”, dice Earl Stone, interpretado por Clint Eastwood en una de las últimas escenas de La Mula, la nueva película dirigida y protagonizada por él.
Aunque la mayoría de las veces no nos damos cuenta, el tiempo es “inclemente” como canta Montaner en una vieja canción de los noventa. El tiempo, su implementación (nuestras decisiones), y el movimiento de la vida que “siempre va en ascenso” como diría Javier Marías, nos permite descubrir lo que realmente nos conecta a este mundo. Dejar pasar los mejores instantes es un error casi imposible de enmendar.
Esta premisa subyace en el argumento de La mula. En la película la ficción se funde un poco con la realidad, porque su protagonista tiene la misma edad que el personaje que representa. Eastwood, quien ha cruzado la barrera de los ochenta años, interpreta a Earl, un hombre mayor que ha dejado que la vida lo aleje de lo que realmente es importante.
La película nos lleva a ese momento en que se percata de lo necesario que es hacer un cambio. Aunque ese cambio lo lleve al camino incorrecto.
Un camino empedrado y complejo donde conoce a personajes tan confundidos como él. Aprovechar la vida no es una condición innata en el ser humano, se aprende a golpes, cuando se aprende y quizás cuando ya es demasiado tarde.
¿Es demasiado tarde para Earl? Esa pregunta tiene respuesta en el desarrollo de este divertido, pero reflexivo filme.
La anécdota de La mula es redonda y está muy bien contada. En ese aspecto el estilo narrativo de sus otras películas se mantiene. El largometraje está más en la línea de A Perfect World (1993) o Los puentes de Madison (1995)que en la de Million Dollar Baby (2004) o Río Místico (2003). Aunque a diferencia de todas las mencionadas, no es un drama. Tampoco es una cinta superficial. Es un filme en apariencia ligero que asoma sus argumentos de un modo natural y sin sobresaltos.
La película tiene mucho humor. Te deja pensando en sus diálogos e ideas desde su comienzo hasta el fin. Revela la condición humana de los personajes inclusive de los que en apariencia no son tan relevantes.
El filme cuenta con un elenco de actores notables: Bradley Cooper, Michael Peña, Taissa Farmiga, Laurence Fishburne, Dianne Wiest, Andy García, Clifton Collins Jr. e incluso su propia hija Alison Eastwood. No obstante, la interpretación de Eastwood lleva la batuta, derrocha encanto.
Dividida en varios actos, el suspenso de la cinta va en ascenso hasta llegar a su clímax: un final donde no faltará el buen sentido del humor que nos acompaña durante todo el filme.
Clint Eastwood es un autodidacta, cada película de su ya larga obra le ha permitido ahondar en temas humanos sin dejar de lado el rigor cinematográfico que lo ha convertido en un cineasta de culto. Es admirable ver cómo ha luchado de forma pertinaz desde hace más de cuarenta años por ser un director de cine con unos temas y rasgos propios, puede decirse que lo ha logrado.
De Harry, el sucio queda muy poco, ha sabido reinventarse y sigue haciéndolo. Eastwood a sus más de ochenta, viene del futuro a decirnos que, si te lo propones, todo siempre puede ser mejor.
La mula se encuentra actualmente en cartelera, la recomiendo con el corazón.
@luisauguetol