Según la metafísica de la Hermandad Saint Germain parece ser que en el próximo milenio se conocerá universalmente «la verdad» y mientras pasa el periodo de 1000 años, hablemos de esta vida que estamos viviendo.
Hace un tiempo conversé con un trapper (persona que hace música trap) en una placita de Guatire, edo Miranda, Venezuela. Él decía que la vida no vale nada y, en teoría, es verdad, aunque desde mi perspectiva uno puede darle valor a su propia vida. Quizá planteándose un propósito, una meta, cumpliendo un sueño, explorando este planeta, o alguna otra cuestión.
→ Y ojo, no pienses que estoy soltando un regaño, de pana que esto ni se acerca a eso, pero no seas como esta servidora y deja de darle posponer a la vida por querer seguir viendo «un capítulo más y ya».
Alabaré, alabaré a laaaa baré a mi señor (se viene un espacio adulador).
#NoEstoy420 pero aquí vengo con lo que pienso y pienso que Netflix distrae mucho en el beta.
La televisión «convencional» tenía algunas asperezas y Netflix juaz juaz, las está limando y actualmente somos más las personas que elegimos ver nuestras series y películas de forma online.
Desde su introducción al mercado, la televisión digital no ha parado de evolucionar. Por ejemplo, Netflix se fundó en 1997, y comenzó a transmitir en el mismo año y en pleno 2018 la empresa comercial estadounidense se encuentra posicionada como el principal servicio de entretenimiento por Internet en el mundo y está presente en más de 190 países.
¿Qué me encanta de Netflix? Me encanta♥ que nos da el dominio del tipo de contenido que queremos consumir; lo haces cuando quieres y en el momento que se te antoje, ya no existe la «necesidad» de agendarte a los horarios impuestos por los programadores. Si quieres y puedes ver todo, ves todo y ya.
Netflix no quiere ser un generador de contenidos audiovisuales más, él quiere ser diferente, marcar la pauta para seguir conservando la posición ventajosa que ha cosechado.
De hecho, como has podido notar, su apuesta en el presente es la de atrapar al público con producciones originales en lugar de abastecerse con «prestamos» de lo que sería su «competencia».
¿Y qué pasará con la TV en el futuro? No lo sé, ¿qué voy a estar sabiendo yo?
Solo sé que el ayer ya murió, el futuro es una ilusión y que hoy podemos ver un capítulo más en Netflix y ya.
Además, ¿qué tanto? si hoy somos personas que vivimos rodeados de comodidades y adelantos modernos es porque lo merecemos jejeps.